Boris Johnson vence con un amplio margen en la primera fase de las primarias ‘tories’
Boris Johnson ha descubierto que, en política, es importante tener una estrategia, y parece funcionarle. El euroescéptico más popular de los conservadores, víctima histórica de su propia locuacidad desmesurada, obtuvo ayer una rotunda victoria en
“Estoy encantado de haber ganado en la primera votación, pero nos queda un largo camino por delante”, escribió Johnson en su cuenta de la red social Twitter al anunciar la dirección del grupo parlamentario los resultados. De los diez candidatos que aspiraban a liderar el Partido Conservador, tres habían quedado fuera (entre ellos, Andrea Leadsom y Esther McVey, las dos únicas mujeres que competían).
El voto euroescéptico se aglutinó en torno a la única persona en la que confían para llevar adelante el Brexit y el exalcalde de Londres se hizo con un tercio de las 313 papeletas. Muy por detrás tomaron posición los candidatos más moderados. El ministro de Exteriores, Jeremy Hunt, con 43 votos, sigue siendo la figura que más apoyo suscita entre los diputados que recelan del atrabiliario Johnson. Pero la cifra ha resultado decepcionante por un doble motivo: su distancia respecto al favorito es sideral, y otros contendientes que no levantaban tantas expectativas han acabado pisándole los talones.
El ministro para el Medio Ambiente, Michael Gove, casi descartado por los medios después de admitir que consumió cocaína hace 20 años, obtuvo un honroso tercer puesto con 37 votos y vuelve a la primera votación para suceder a Theresa May. Uno de cada tres diputados, 114 en total, decidieron darle su respaldo. A mucha distancia han quedado otros seis rivales. Las voces moderadas del partido han comenzado a conjurarse para derrotar al candidato de los partidarios de un Brexit duro.