Una terapia de reconocida eficacia
Sanofi destacó ayer que el Depakine “ha mejorado significativamente el tratamiento de la epilepsia en el mundo al convertirse en uno de los más eficaces”. Los demandantes no discuten su utilidad. De hecho, Carmen Rosa Galán, la presidenta de la Asociación de Víctimas por Síndrome de Ácido Valproico, sigue tomándolo a pesar del daño que cree que causó a su hijo. La farmacéutica también mantiene que lleva “proporcionando información sobre el riesgo de malformaciones en el feto desde comienzos de la década de los
que preside la asociación y es una de las demandantes.
Los problemas de su hijo, que ahora tiene 17, comenzaron a manifestarse al entrar en el colegio. “Se dieron cuenta de que al salir al patio no buscaba a otros niños y que cuando había ruido se ponía a dar vueltas y se tapaba los oídos”, recuerda Galán. El niño fue diagnosticado con síndrome de Asperger —que forma parte del Trastorno del Espectro Autista— a los ocho años. Su madre resalta que ni siquiera entonces le advirtieron de la posible conexión entre la enfermedad y el fármaco que ella toma desde adolescente. “Y eso que lo primero que me preguntaban ochenta”, algo que rechaza la entidad de afectados que ha demandado a la farmacéutica y a su aseguradora Allianz.
El abogado de la asociación, Ignacio Martínez, cree que la sentencia final en Francia —país de origen de Sanofi—, donde la asociación de afectados tiene miles de afiliados, será muy relevante porque la demanda se basa en lo mismo que la presentada en España, “la legislación europea sobre productos defectuosos”.
al ir al médico con mi hijo era cómo había ido el embarazo y yo decía que había tomado Depakine”. La idea no se la sugirió su neuróloga hasta hace tres años. Y hace solo dos que su hijo está diagnosticado oficialmente como afectado por el síndrome fetal por valproato por el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, que tiene una unidad especializada en la dolencia. “Primero sentí mucha culpabilidad, eso nos pasa a casi todas. Dices: ‘Cuando yo me tomaba las pastillas le estaba haciendo daño a mi hijo’. Lo he trabajado mucho y ahora no me canso de repetir que nosotras también hemos sido víctimas”.