La corrida de hoy
sus toros. Ayer mismo, preguntado por la corrida celebrada en Madrid, no tuvo empacho en reconocer que ha sido, quizá, una de las peores que ha lidiado en esta plaza. Se va de la primera línea un verdadero catedrático del toro bravo —escucharlo ha sido y seguirá siendo una auténtica delicia—, porque sus razonadas argumentaciones son verdaderas lecciones sobre la crianza de este animal misterioso y sorprendente.
Merecía Fernando Cuadri una mejor despedida de Madrid, pero el toro no sabe de emociones ni agradecimientos. Y los que el ganadero eligió con mimo para esta feria han fracasado estrepitosamente. Una corrida con muchos kilos —de 570 a 642—, muy seria, con mucho cuajo, grandotes, de impresionante lámina, pero mansa en el caballo, siempre con la cara por que abrió plaza, y bronco y áspero el cuarto. Los silencios que le acompañaron no le benefician.
Con buen gusto y maneras toreras manejó los engaños López Chaves ante el lote inservible, pero menos malo de la tarde. Solventó las dificultades con sobrado oficio, utilizó el capote con soltura en ambos toros y dejó las pinceladas de esos naturales que quedaron para el recuerdo. Y Octavio Chacón, tan buen lidiador, se desesperó ante los dos toros imposibles que le tocaron en suerte. Lo mejor de la tarde, la pancarta, el homenaje merecido a un señor del campo: don Fernando Cuadri. Toros de Fuente Ymbro para Morenito de Aranda, Pepe Moral y José Garrido.