Bruselas cree haber frenado maniobras de intoxicación en las europeas
Las campañas de vigilancia y concienciación de la UE durante los meses previos a las elecciones al Parlamento Europeo parecen haber logrado contrarrestar las maniobras de desinformación e intoxicación digital atribuidas a fuentes vinculadas con Rusia. “El análisis preliminar muestra que [el planteamiento coordinado de la UE] ha contribuido a revelar los intentos de desinformación y a preservar la integridad de las elecciones”, concluye el informe de la Comisión sobre el Plan de Acción contra la desinformación puesto en marcha en diciembre pasado.
Bruselas canta victoria, pero advierte de que “no hay margen para la complacencia”. La actividad detectada durante las semanas previas a la votación (del 23 al 26 de mayo) confirma, según el informe, que hubo intentos deliberados de minar la credibilidad del Parlamento Europeo, alentar la abstención y provocar la radicalización del votante.
La vigilancia intensificada detectó más de 600 grupos y páginas de Facebook actuando en España, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Polonia para diseminar desinformación y discursos de odio. Se usaron, además, perfiles falsos para impulsar artificialmente el contenido de ciertos partidos, entre ellos, Vox.
“En España se descubrió una red coordinada de cuentas de Twitter, que utilizaba una mezcla de perfiles falsos y bots para impulsar etiquetas (hashtags) contra el islam y amplificar el respaldo del partido populista de derechas Vox”, señaló el comisario europeo de Seguridad, Julian King, durante la presentación del informe.
Coordinación
El documento dice que las pruebas disponibles “no permiten identificar con claridad una campaña de desinformación transfronteriza procedente de fuentes externas que apuntase específicamente a las elecciones europeas”. Pero añade que “las pruebas recogidas revelan una actividad de desinformación continuada por parte de fuentes rusas que aspiran a reducir la participación e influenciar las preferencias de los votantes”. Bruselas, a falta de un análisis más profundo, cree que la intoxicación no logró sus objetivos.
El éxito parece atribuible a la coordinación de las autoridades comunitarias y nacionales y a la colaboración de las principales plataformas digitales (Facebook, Google, Twitter o YouTube), que suscribieron un código de conducta y retiraron o desactivaron millones de cuentas falsas.