“Los bancos ahora solo pueden ganar dinero reduciendo sus costes”
Decano de la Universidad de Sharjah. Molyneux, experto en el sistema financiero, advierte sobre la presión que los tipos bajos ejercen en el negocio bancario
Philip Molyneux (Manchester, 1959) es decano de la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Sharjah (Emiratos Árabes Unidos) y catedrático emérito de la Universidad de Bangor (Gales). Experto en estructura y eficiencia de los mercados financieros, estuvo recientemente en Madrid para inaugurar unas jornadas organizadas por Banca March en colaboración con la revista especializada Global Policy bajo el título Mejores prácticas y gobierno corporativo en el sector bancario.
Es difícil de descartar lo que usted plantea por el simple hecho de que es complejo prever por dónde llegan las recesiones. Lo que sí se puede afirmar es que el sector, sobre todo en EE UU y Europa, es ahora mucho más seguro que en 2007.
En general, hemos asistido a una rebaja del riesgo que asumen los bancos. Tras estallar la crisis los reguladores se dieron cuenta de que las entidades habían adquirido un perfil muy agresivo y decidieron exigir una serie de requisitos, tanto en capital como en liquidez. Por ejemplo, los grupos europeos han reducido de forma sustancial su actividad en banca de inversión.
Uno de los cambios del sector poscrisis es la forma en la que los bancos son dirigidos, en particular en todo lo relacionado con la composición del consejo de administración y la incorporación de expertos en gestión de riesgos. También se ha mejorado en la diversidad de perfiles y en el mayor peso de los independientes. Muchos bancos, particularmente en el Reino Unido, tuvieron graves crisis en gran medida porque en su consejo se sentaba gente que no sabía nada de banca. Ahora las credenciales que se exigen para asumir un puesto de responsabilidad son mucho más estrictas. crecimiento y probablemente “compensando” un potencial entorno de mayor incertidumbre comercial. Pero ¿debería concluir aquí el análisis? ¿Por qué no deberíamos ignorar las señales que nos están enviando las TIR, deprimidas de los bonos largos o los precios del petróleo, que en el último mes han cedido un 16%, anticipando una menor actividad?
La renta variable está interpretando que los bancos centrales, con políticas monetarias más expansivas, serán capaces de manejar la situación y evitar una recesión, tal y como ocurrió en 1984 y 1995. El problema es que la historia más reciente nos ha demostrado que la solución no siempre es tan sencilla. Las dos últimas ocasiones en que la Reserva Federal redujo las tasas de interés (en 2000 y 2007) supusieron la certificación del final de ciclo económico, y poco más de un año después la economía entró en recesión y los mercados sufrieron fuertes caídas. En los últimos 50 años, de manera contraria a lo que muchos piensan, durante los siete periodos en los que la Reserva Federal
Es un tema clave porque en este negocio la confianza es determinante. Tras la crisis, la credibilidad de los bancos ante sus clientes se vio muy erosionada. El sector debe trabajar duro para mejorar su imagen. De hecho, ya lo están haciendo reforzando su capital, con mejores prácticas de gobierno corporativo, con una mayor responsabilidad social… Pero recuperar la credibilidad lleva tiempo y más en un entorno en el que muchos clientes aún tienen muy presente la crisis financiera. Es un reto, pero sinceramente creo que se están moviendo en la dirección adecuada.
“El sector es más seguro que en 2007, pero es difícil descartar que sea el causante de otra crisis”
“La reputación es clave. En el negocio bancario la confianza es determinante”
ha subido los tipos de interés, las Bolsas siempre han subido, acompañadas por la recuperación de los beneficios empresariales. En el caso contrario, cuando han bajado los tipos, a pesar de apoyar unas condiciones más favorables de liquidez, el resultado no siempre ha sido tan benigno.
Desgraciadamente, a pesar de sus buenas intenciones, los bancos centrales no siempre llegan a tiempo y en cinco de los ocho últimos ciclos llegaron tarde. En el entorno actual, a pesar de la madurez del ciclo, es pronto para ponerse demasiado agorero, sobre todo mientras los diferenciales de crédito aguanten. Además, aunque hay buenas razones para ser cauteloso, posiblemente habrá “paz comercial”, al menos de manera temporal, y los tipos de interés en EE UU no bajarán tanto o tan rápido como las curvas descuentan. Ni tanto ni tan poco. Cuando se confirme la bajada, lejos de ser muy optimista, hay que ponerse en guardia.
Joan Bonet Majó es director de estrategia de mercados en Banca March.