Xabi Alonso es el káiser de la Bundesliga
El Bayer Leverkusen, dirigido por el técnico tolosarra, se proclama campeón de la Liga alemana por primera vez en su historia e interrumpe una serie de 11 años de títulos del Bayern Múnich
La calle Bismarck amaneció rebautizada como calle Xabi Alonso en la mañana de ayer, en Leverkusen. En el curso de la noche del sábado, los hinchas del equipo repintaron todos los carteles de esta popular vía travesera del suburbio más entusiasmado de Colonia, un pueblo cuya identidad se vincula a la sede central de la Bayer. La multinacional químico-farmacéutica atraviesa la peor crisis desde la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. Las acciones cayeron un 56% en el último año, pero de la mano de Xabi Alonso el club de la compañía, el Bayer Leverkusen, ganó la primera Bundesliga de su historia centenaria. La victoria ante el Werder Bremen (5-0) provocó ayer el esperado alirón. La multitud congregada en el Bay Arena celebró su fiesta más grande tras 11 años de dominio indisoluble del Bayern Múnich.
“Lo que Xabi ha hecho con este equipo ha sido soberbio”, dice Michael Reschke, que además de ser una leyenda entre los formadores de la cantera del Leverkusen fue director deportivo del club entre 2004 y 2014, hasta que emigró al Bayern de Guardiola. Su primer fichaje para el club de Múnich fue Xabi Alonso. Ayer Reschke cantó el alirón en el Bay Arena, emocionado ante la obra del técnico español. “Pep y Klopp”, observa Resckhe, “han sido los entrenadores más dominantes del siglo. Pep ha sido el entrenador más influyente en las últimas décadas y Klopp ha sido el revolucionario que logró transformar por completo los clubes y las comunidades donde trabajó: Mainz, Dortmund y Liverpool. Xabi tiene lo mejor de Klopp y de Guardiola. Me consta que la influencia de Pep sobre Xabi fue decisiva desde que coincidieron en el Bayern”.
El último entrenador que levantó el escudo de la Bundesliga para un equipo que no fuera el Bayern fue Jürgen Klopp en el Dortmund, en 2012. El sucesor en la línea de rebeldes que se alzan con éxito contra el omnipotente club bávaro es Xabi. A sus 42 años, el entrenador vasco se consagra tras apenas una temporada y media en un banquillo de primera categoría. “¡Nadie puede imaginar cómo quiere la gente a Xabi en Alemania!”, dice Reschke. “Hoy Xabi es la persona más popular de Rena
nia con mucha diferencia. Todo el mundo adora su calma, su confianza, su carácter. Lo que ha hecho en Leverkusen, sin arrogancia, sin palabrería, es uno de los mejores trabajos que se han visto a un entrenador en los últimos 40 años. Es histórico. Contra el West Ham en Liga Europa vimos siete jugadores del Leverkusen jugando a un toque en el área del West Ham; con Jonathan Tah el último hombre, metido 25 metros en campo del West Ham. ¡Increíble!”.
Asegura un miembro del cuerpo técnico del Leverkusen que un día un jugador interpeló a Xabi para decirle que aquello que pedía era impracticable. Que en
cierta circunstancia del juego del mediocampo, hacer ese pase que exigía implicaba arriesgarse gravemente a perder la pelota. Entonces Xabi, que si por algo se caracterizó desde que se sentó en el banquillo del Sanse (la Real Sociedad B) es por sus redoblados esfuerzos por mostrarse humilde, se revolvió. “No es tan difícil”, advirtió. Como si su corazón de mediocentro hubiera bombeado una descarga de vanidad, se metió en el campo de entrenamiento y, en plena simulación de partido, cogió el balón y tras abrirse un horizonte con el movimiento colocó la pelota allí donde había dicho que había que enviarla. “¡Se hace así!”, indicó. Los jugadores se rindieron al entrenador, al líder, y al ídolo. La magia de este Leverkusen es que con el correr de los meses, desde el verano de 2023, el atormentado Palacios, el extravagante Xhaka, el tímido Tah, y el aventurero Tabsoba, fueron adquiriendo el sentido de la sobriedad y el criterio certero del hombre que les enseña a pasar la pelota. Se formó un carácter colectivo basado en la solidez.
Nadie logró ganarle un partido
al Leverkusen esta temporada. Ante el Werder, sin Wirtz, sin Palacios, sin Frimpong ni Grimaldo en el equipo titular, embarcado en una rotación para preparar la eliminatoria con el West Ham en Liga Europa, el equipo conservó su forma —hasta cuatro centrales y dos pivotes—, su estilo asociativo y su dominio. Gracias a los goles de Boniface, Xhaka y Wirtz, que hizo tres, alcanzó el 5-0 y los 29 partidos invicto. Con la victoria, superó el récord de imbatibilidad en una campaña, hasta ahora bajo la rúbrica del Bayern de Guardiola.
“El Leverkusen tiene un superentrenador”, observa Jonas Boldt, que entró al club como ojeador en 2007 y se marchó al Hamburgo siendo director deportivo en 2019. “Xabi no ha inventado un sistema con su 5-3-2, pero ha dado todo lo que tenía: experiencia, paciencia, hambre, calidad. ¿Qué le faltaba? Lo ganó todo y tiene todo: éxito como jugador, éxito como técnico, querido por la gente. Muestra una tranquilidad como si a su lado todo fuera solucionable. Los jugadores lo ven como un líder que no persigue su beneficio personal sino ayudarlos a ellos. Ese tipo de figuras ayudan muchísimo. Para mí otra clave de este éxito es Kim Falkenberg, que salió de la cantera del Leverkusen y se convirtió en un jefe de detección de talentos excepcional”.
Los aficionados cantaban: “¡Nie deutscher Meister... Wir werden nie deutscher Meister!”. “¡Nunca seremos campeones de Alemania!”. Se reían de sí mismos. Durante medio siglo desde que ascendieron a la Bundesliga en 1979, habían rozado el título y lo habían perdido por una razón u otra, y habían oído a las hinchadas rivales entonar la más cruel de las estrofas: “¡Nunca seréis campeones de Alemania!”. El destino negro se iluminó con Xabi Alonso y con jugadores como Wirtz, gran promesa del fútbol alemán, a sus 20 años autor de tres goles el día del alirón, el último, pistoletazo de la invasión de campo, de las lágrimas, de los abrazos interminables. La muchedumbre se tragó a los jugadores. Lejos de meterse en el vestuario, Xabi se zambulló en la marea desbordante. Por megafonía retumbaba la voz de Manolo Escobar cantando Que Viva España.
“Xabi tiene lo mejor de Pep y de Klopp”, dice Reschke, exdirigente del Bayer
La hinchada cambió el nombre a la calle Bismarck por avenida Xabi Alonso