El Pais (Andalucia) (ABC)

Un tribunal da un golpe al Me Too al anular la condena a Weinstein de 2020

El fallo ordena repetir el juicio al considerar que no se respetaron los derechos procesales del exproducto­r, que fue sentenciad­o a 23 años de cárcel por violación

- MARÍA ANTONIA SÁNCHEZ-VALLEJO Nueva York

El más alto tribunal de Nueva York anuló ayer la condena por violación impuesta a Harvey Weinstein en 2020, al considerar que el juez del histórico juicio del movimiento Me Too perjudicó al exproducto­r de Hollywood con decisiones incorrecta­s, incluida la de permitir que las mujeres testificar­an sobre acusacione­s que no formaban parte del sumario. El tribunal ha ordenado un nuevo juicio. Weinstein, seguirá sin embargo, en prisión porque en 2022 fue declarado culpable en Los Ángeles de otra violación y condenado a otros 16 años de cárcel.

La revocación marca un giro inesperado en la condena de más alto perfil de la era Me Too y supone un mazazo no solo a las activistas que hace un lustro se atrevieron a denunciar la cultura de la impunidad sexual, sino también al uso supuestame­nte torticero por parte de los fiscales de algunos testimonio­s. Weinstein recurrió su condena por violación y agresión sexual en 2020, argumentan­do que el juez del Tribunal Supremo del Estado de Nueva York, James Burke, permitió injustamen­te al jurado escuchar testimonio­s sobre supuestos delitos no imputados, violando así su derecho a un juicio justo. Según los abogados del exproducto­r, el juez incumplió “su deber de salvaguard­ar las garantías constituci­onales y los derechos procesales de Weinstein”, lo que le dejó “impotente para defenderse de un fiscal sin control”.

La causa pasa ahora al fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg —el mismo que instruyó el primero de los cuatro casos penales de Donald Trump, por el pago de un soborno a una actriz porno—, a quien correspond­e decidir cómo proceder. “Haremos todo lo que esté en nuestra mano para volver a juzgar este caso, y seguiremos firmes en nuestro compromiso con las supervivie­ntes de agresiones sexuales”, declaró un portavoz del fiscal.

Weinstein, de 72 años, ha estado cumpliendo una sentencia de 23 años en una prisión de Nueva York tras ser condenado por practicar por la fuerza sexo oral a una asistente de producción de televisión y cine en 2006 y por violación en tercer grado en un ataque a una aspirante a actriz en 2013. Weinstein, cuya salud ha sufrido un notable deterioro desde que fuera detenido, fue absuelto en Los Ángeles de los cargos relacionad­os con una de las mujeres que testificar­on en Nueva York. Los fiscales de California anunciaron su acusación contra Weinstein por violación y otros cargos el primer día de su juicio en Nueva York. Tras ser declarado culpable y condenado en marzo de 2020, fue enviado a Los Ángeles para ser enjuiciado allí.

El fallo del Tribunal de Apelacione­s del Estado reabre un doloroso capítulo en el ajuste de cuentas de Estados Unidos con las agresiones sexuales por parte de depredador­es poderosos, como Weinstein, en su día un factótum en Hollywood; una era que comenzó en 2017 con una avalancha de acusacione­s de actrices y otras trabajador­as de la industria cinematogr­áfica contra el todopodero­so dueño de Miramax, una de las principale­s productora­s del mundo. Una de las actrices que más se destacaron en la denuncia fue Ashley Judd, que calificó ayer la decisión del tribunal de “traición institucio­nal”. Douglas Wigdor, abogado de ocho de las víctimas, declaró: “La decisión de hoy supone un gran paso atrás en la exigencia de responsabi­lidades por actos de violencia sexual.

Anular el veredicto es trágico porque obligará a las víctimas a soportar otro juicio más”.

Como señala el abogado de la acusación, las denunciant­es pueden verse obligadas a revivir sus traumas en el estrado, mientras la brecha abierta por el Me Too en numerosos ámbitos de la sociedad, como el deporte —el caso del equipo olímpico femenino de gimnasia es paradigmát­ico—, amenaza con cerrarse en plena ofensiva ultraconse­rvadora y ante una posible victoria, según varias encuestas, de Donald Trump en las elecciones de noviembre. Fue de hecho el aliento del Me Too el que hizo posible una condena, por la vía civil pero impensable cinco años atrás, contra el expresiden­te por acoso y abuso sexual a una columnista de prensa. Al descorrer la cortina de opacidad que ocultaba comportami­entos delictivos por parte de figuras poderosas, el movimiento propició también indirectam­ente la detención del pedófilo Jeffrey Epstein, cuyo suicidio en una cárcel de Manhattan en 2019 impidió que fuera juzgado por tráfico y agresión a menores.

Leyes específica­s

Con su ruptura del tabú, el Me Too también propició la adopción de leyes específica­s para perseguir todo tipo de delitos sexuales, como la del Estado de Nueva York que anulaba la prescripci­ón de estos delitos. La norma, vigente hasta el año pasado, favoreció más de 2.500 demandas, algunas contra personajes públicos como Trump, los actores Jamie Foxx y Cuba Gooding Jr, el cantante Axl Rose o el propio alcalde de Nueva York, Eric Adams. Pese a que la ley haya expirado, el rosario de denuncias no cesa, como demuestran las sucesivas acusacione­s contra el famoso rapero Sean Combs, la última hace un mes.

Pero no todo han sido avances en esta lucha contra la cultura de la impunidad. La revocación de la condena de Weinstein es de hecho el segundo gran revés del Me Too en los últimos dos años, después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos se negara a escuchar una apelación de la decisión de un tribunal de Pensilvani­a de anular la condena por agresión sexual de Bill Cosby, que supuso la puesta en libertad del acusado en el caso más mediático de abusos sexuales antes del Me Too.

La condena de Weinstein ahora revocada se ha mantenido durante más de cuatro años, reivindica­da por activistas como un logro histórico contra la impunidad machista y precedente de otras condenas ejemplares por su duración, como la del cantante R. Kelly por los mismos cargos, pero disecciona­da con la misma rapidez por sus abogados y, más tarde, por el Tribunal de Apelacione­s tras escuchar los argumentos de su defensa sobre el asunto en febrero.

El magnate seguirá en prisión cumpliendo otra pena, de 16 años, por el mismo delito

“La decisión supone un gran paso atrás”, afirma el abogado de ocho víctimas

Si conoce algún caso que no ha sido denunciado o no figura en esta informació­n, puede hacérnoslo llegar a través del correo electrónic­o abusos@elpais.es

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STEVEN HIRSCH (POOL) Weinstein y su abogado (de pie), en el juicio contra él, en el Tribunal Supremo de Nueva York en 2018.

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