El Pais (Andalucia) (ABC)

El PP consuma su veto a la amnistía

Tras el rechazo en el Senado, donde el partido tiene mayoría, la ley vuelve al Congreso se atribuye la iniciativa de la medida de gracia y lamenta que Junts la “ridiculiza­se”

- XOSÉ HERMIDA

Solo un detalle permitía adivinar que el pasado domingo algo sucedió en Cataluña: esta vez se abandonaro­n los vaticinios de que la amnistía envalenton­ará al independen­tismo. Por lo demás, el PP consumó ayer el veto del Senado a la ley que prevé las medidas de gracia a los implicados en el procés con el discurso de siempre, entre advertenci­as sobre una norma que “desmonta nuestra democracia”. Fueron los socialista­s quienes esgrimiero­n desde el primer momento su triunfo electoral en Cataluña para insistir en la idea de que las urnas han “convalidad­o la apuesta de Pedro Sánchez”. Tras el rechazo del Senado, donde el PP tiene mayoría (149 votos contra 113 favorables) la ley se devuelve al Congreso, que prevé aprobarla definitiva­mente el día 30.

La amnistía quedó sorprenden­temente fuera de la campaña catalana. Todo quedó pospuesto para ayer y, una vez que el resultado de la votación estaba decidido de antemano, el gran interés residía en comprobar cómo el veredicto de las urnas ha influido en el discurso. El PP inició el día con un aparente gesto de distensión, la retirada del simbólico conflicto de competenci­as con el Congreso a propósito de la amnistía. Pero en cuanto comenzó el pleno, sonaron las primeras salvas dialéctica­s de su portavoz, Alicia García, y quedó claro que la intensidad no se iba a reducir. García habló de “fraude democrátic­o” y ya no se detuvo: “Mercadeo político”; “acto de corrupción política jamás visto en nuestra democracia” y “en ningún otro país”; “ataque contra la cohesión y la convivenci­a”, fruto del “plan de ambición personal” del “sanchismo endiosado”. En definitiva, la amnistía forma parte de una “deriva populista hacia una adulteraci­ón iliberal de nuestra democracia”, dijo.

Tras esa retahíla, poco le quedaba por decir a Paloma Gómez Enríquez, de Vox, que se extendió en argumentos jurídicos para sostener la inconstitu­cionalidad de la norma, sin entrar en las alertas sobre la supuesta agonía de la democracia en España. Aunque sí descubrió otros daños insospecha­dos, que incluso contribuir­á a la “destrucció­n de la familia”.

Las elecciones catalanas irrumpiero­n en el debate en cuanto tomó la palabra el primer socialista. “España no se rompe, Cataluña no se va y al PP se le rompe el discurso”, proclamó en tono triunfalis­ta Antonio Magdaleno. Los oradores de la izquierda atacaron con dureza al PP por lo que entienden como una manipulaci­ón del Senado para prolongar durante los dos últimos meses el trámite de la ley. “Una gran pantomima”, abrió fuego Magdaleno. Y tras él se sucedieron las descalific­aciones. Sara Bailac (ERC) y Josep Lluís Cleries (Junts) hablaron de “filibuster­ismo”; Carla Antonelli (Sumar), de “las peores mañas de los perdedores fracasados”; la navarra Uxue Barkos (Geroa Bai), de “astracanad­a” y Gorka Elejabarri­eta (EH Bildu) definió la Cámara alta como el “alcázar particular” del PP.

Señales de abatimient­o

Los independen­tistas tampoco aludieron directamen­te a los resultados electorale­s, aunque ERC sí dejó escapar señales de abatimient­o. Primero Bailac y luego Joan Josep Queralt subrayaron que su formación inició en 2019 la batalla por la amnistía y fue “ridiculiza­da por ello”, en clara alusión a Junts. Cleries, de Junts, no entró en la controvers­ia y prefirió dejar sentado que su formación seguirá reclamando el referéndum.

En la bancada socialista se vivieron momentos de entusiasmo con la intervenci­ón José María Oleaga. El senador hizo un repaso histórico a las posiciones de la derecha, desde las reticencia­s iniciales de Manuel Fraga y José María Aznar ante la Constituci­ón hasta el rechazo a las leyes del divorcio o el matrimonio igualitari­o. Oleaga repetía un estribillo cada vez que citaba uno de esos temas: “¿Con quiénes están de acuerdo ahora, con los socialista­s o con sus dirigentes de entonces?”. Antonio Silván (PP) acudió a rebatirle con lo que tenía más a mano: el cambio de opinión del PSOE respecto a la amnistía. “¿Con quiénes están de acuerdo, con los socialista­s de antes del 23-J o con los de ahora?”.

En las filas socialista­s no acudió a votar el expresiden­te de Aragón y secretario general del partido en esa comunidad, Javier Lambán, crítico con la amnistía.

La Cámara baja prevé aprobarla definitiva­mente el día 30

El expresiden­te aragonés Javier Lambán no acudió a la votación

 ?? ÁLVARO GARCÍA ?? Los senadores del PP Antonio Silván, Alicia García Rodríguez y Javier Arenas, ayer en la Cámara alta.
ÁLVARO GARCÍA Los senadores del PP Antonio Silván, Alicia García Rodríguez y Javier Arenas, ayer en la Cámara alta.

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