Países Bajos ultima un pacto de Gobierno que incluya a los ultras
Geert Wilders lidera las negociaciones de cuatro partidos casi seis meses después de las elecciones
Los cuatro partidos que llevan negociando un pacto de Gobierno en Países Bajos durante casi medio año se han puesto de acuerdo. Técnicamente, es un trato provisional a falta del visto bueno de los respectivos grupos parlamentarios, por lo que puede haber ajustes o enmiendas. De superarse el trámite, se prevé hacer públicas las líneas maestras del futuro Gabinete, en el que estará incluida la extrema derecha. “Si lo logramos, será un día histórico: estar en el Ejecutivo como formación ganadora es un sueño y es bueno para el votante”, afirmó ayer el líder ultraderechista y euroescéptico Geert Wilders.
Ha tenido que pasar casi medio año de la victoria de los ultras del Partido por la Libertad (PVV) en las elecciones en Países Bajos para que pueda anunciarse un principio de acuerdo sólido para que esta formación gobierne en coalición con otros tres grupos, todos en la órbita de la derecha: desde liberales y centroderecha hasta el populismo agrario. La alianza no está sellada y aún queda por anunciar también el candidato a primer ministro, pues Wilders renunció al cargo por falta de apoyos; los líderes del cuarteto negociador han acordado permanecer al frente de sus agrupaciones en el Congreso. De ahí que suene con insistencia el nombre del socialdemócrata Ronald Plasterk, exministro de Educación y de Interior y con buena relación personal con el líder ultra, aunque su formación no forma parte de los acuerdos. Plasterk lleva tiempo alejado de la política activa, aunque mantiene su carné de socialdemócrata.
En la nueva coalición que se vislumbra, los cuatro partidos integrantes podrán buscar mayorías parlamentarias que trasciendan a sus propios grupos. Así, el plan es que haya también ministros ajenos a la política o bien llegados de otras formaciones al margen del Ejecutivo.
El 22 de noviembre de 2023, Wilders ganó en los comicios 37 escaños en un Parlamento de 150, y encabeza desde entonces unas negociaciones que llegan ahora a su fin. “Faltan los puntos sobre las íes, pero ya no veo que vaya mal. Si lo logramos, será un día histórico”, dijo la noche del martes, a la salida de otra ronda maratoniana en busca del pacto definitivo. Después de guardar silencio durante semanas, el líder ultra declaró ante las cámaras televisivas: “Pueden ustedes ver que todos parecemos aliviados”. En estos casi seis meses, las conversaciones han pasado por fases de tanteo, desconfianza mutua, abandono de la mesa para luego regresar, y enfados que se han ido diluyendo. Ayer debían perfilarse las condiciones financieras del nuevo Ejecutivo para evitar en lo posible un déficit presupuestario y el aumento de la deuda nacional. Ha sido el tema más rocoso de las negociaciones junto con la inmigración. Puede ocurrir que alguno de los partidos se muestre reticente ante un documento que sella la formación de un Gobierno donde la extrema derecha sea tan visible, y eso es algo que sus respectivos líderes deberán resolver.
Además de Wilders, se sienta en la mesa Pieter Omtzigt, exdemocristiano y fundador de Nuevo Contrato Social. El martes dijo que estaban “a un pelo” de llegar a un acuerdo. “Hemos encontrado la base para una alianza y tenemos plena confianza en ella. El país necesita un nuevo Gobierno”. Ha conseguido que los líderes de los cuatro partidos negociadores no entren en el Consejo de Ministros, y que el próximo Ejecutivo guarde las distancias con los grupos de la coalición. Negocian también los liberales de derecha (VVD), con Dilan Yesilgöz, ministra en funciones de Justicia, a la cabeza. Su partido es el del primer ministro saliente, Mark Rutte, que ha estado 13 años seguidos en el poder. Cierra el cuarteto Caroline van der Plas, cabeza visible del Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB). al Parlamento para su discusión. Falta confirmar al candidato a primer ministro.
Solo falta por averiguar el nombre del candidato a primer ministro
El plan es también que haya figuras ajenas a la política en el Gabinete