División en la UE por la orden del fiscal de La Haya contra Netanyahu
Alemania y Polonia cuestionan la equiparación del mandatario israelí con Hamás
Las reacciones enfrentadas de los Veintisiete a la decisión de la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI), con sede en La Haya, de solicitar a los jueces la detención del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y de la cúpula de Hamás ponen una vez más de relieve la profunda división que suscita en la UE la guerra de Israel en Gaza. Países como Polonia, Austria, República Checa y Hungría han cargado contra el TPI, mientras que Alemania critica lo que considera “falsa sensación de equivalencia” del líder israelí con
Hamás, la organización fundamentalista que llevó a cabo los ataques del 7 de octubre que derivaron en la ofensiva del Estado judío en la Franja. Al otro lado, socios como Francia, España y Bélgica respaldan con contundencia la “independencia” de esa institución contra la impunidad “en todas las situaciones”.
La falta de unidad y de una voz fuerte en el conflicto de Oriente Próximo han elevado las acusaciones contra la UE de mantener un doble rasero: una postura sobre la guerra de Rusia contra Ucrania y otra distinta sobre las vulneraciones del derecho internacional de Israel en su ofensiva en Gaza, donde los muertos por ataques israelíes superan los 35.000. Una diferencia, ha criticado Mustafá Barghouti, de la Iniciativa Nacional Palestina, que no sucedió con la orden del TPI contra el presidente ruso, Vladímir Putin, por cargos como la deportación forzosa a Rusia de niños ucranios.
El presidente de EE UU, Joe
Biden, calificó de “indignante” la orden de detención emitida por el fiscal Karim Khan contra Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant. EE UU no es uno de los 124 signatarios del Estatuto de Roma que suscriben el tribunal, obligados a ejecutar las órdenes de arresto. Tampoco lo es Israel, pero sí lo es Palestina. El alto representante para la Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea, Josep Borrell, es claro. “El mandato del TPI, como institución internacional independiente, es procesar los crímenes más graves según el derecho internacional. Todos los Estados que han ratificado los estatutos del TPI están obligados a ejecutar las decisiones”, publicó en X.
Aunque ningún miembro ha dicho que incumpliría la orden de arresto si La Haya decide emitirla tras la petición de la Fiscalía, sí hay una gran diferencia en cómo ha caído la decisión. Por un lado, está el bloque liderado
por España, Bélgica e Irlanda, que llevan tiempo reclamando una voz de la UE más contundente en un conflicto para el que reclaman un alto el fuego inmediato. Estas voces se han apresurado a manifestar el respeto absoluto al TPI. En el otro bloque, liderado por los países que más han defendido la respuesta de Israel al ataque de Hamás, pese al alto coste en vidas civiles en Gaza, las críticas se han centrado sobre todo en la decisión de la Fiscalía del TPI de equiparar a líderes de Hamás con Israel a la hora de solicitar las órdenes internacionales de arresto. Así se pronunció el primer ministro polaco, Donald Tusk. “Tratar de presentar como iguales al primer ministro de Israel y a los líderes de una organización terrorista e involucrar en ello a instituciones internacionales es inaceptable”, dijo. También Alemania, Austria y República Checa han cuestionado la equiparación de Hamás con un “Estado de derecho como Israel”.