El Pais (Andalucia) (ABC)

El reconocimi­ento del Estado palestino, una apuesta con efecto dominó

España espera que 11 países de la Unión Europea que votaron a favor del ingreso de Palestina en la ONU se sumen a la iniciativa “más pronto que tarde”

- MIGUEL GONZÁLEZ TRINIDAD DEIROS BRONTE

España, Noruega e Irlanda reconocerá­n el Estado palestino el 28 de mayo. Los tres países se han concertado para hacerlo el mismo día. También lo anunciaron simultánea­mente, el pasado miércoles. Se les reprocha que se trata de un “gesto simbólico” y lo es: Madrid fue sede de la Conferenci­a de Oriente Próximo de 1991 y Oslo, de los acuerdos de paz de 1993. “El reconocimi­ento del Estado palestino no va a poner fin a la matanza de Gaza, pero si a [Benjamín] Netanyahu le ha disgustado y [Mahmud] Abbas lo ha aplaudido, algún valor tendrá”, alegan fuentes diplomátic­as españolas.

El Gobierno israelí reaccionó el mismo miércoles llamando a consultas a sus embajadore­s en España, Noruega e Irlanda y convocando a los represente­s diplomátic­os de los tres países en Tel Aviv para darles una “severa reprimenda” y exhibirles una grabación del secuestro de cinco jóvenes mujeres militares por parte de Hamás el pasado el 7 de octubre. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que el reconocimi­ento de Palestina es “una recompensa al terrorismo” y que “al mal no se le puede dar un Estado”; mientras, el presidente palestino, Mahmud Abbas, llamaba a Pedro Sánchez para agradecerl­e la decisión.

Lo que preocupa a Netanyahu es que cunda el ejemplo. En realidad, a “Israel le da un poco igual si España reconoce o no a Palestina, pero si otros países se suman a esta iniciativa, podría abrirse una grieta en el escudo de impunidad del que ese país goza en Europa”, analiza Isaías Barreñada, profesor de Relaciones Internacio­nales de la Universida­d Complutens­e. Por eso, el viernes, el Gobierno israelí tomó una nueva represalia: impedir al Consulado español en Jerusalén (embajada de facto ante el nuevo Estado) que preste servicios a los palestinos. La víspera había amenazado con construir un asentamien­to por cada país que dé ese paso. Si en 2014, cuando Suecia reconoció al Estado palestino, nadie le siguió, ahora puede ser muy diferente. Ya son 143 los países que lo han hecho y el martes llegarán a 146, el 75% de los miembros de Naciones Unidas. Y habrá más.

“España estará acompañada. Esperamos no ser los últimos, que nuestro reconocimi­ento contribuya a que otros países occidental­es sigan este camino”, afirmó el presidente Sánchez el miércoles en el Congreso.

A los tres reconocimi­entos del 28 de mayo se sumará el 13 de junio Eslovenia, una vez haya completado su procedimie­nto interno. Fuentes conocedora­s de las conversaci­ones que ha mantenido Sánchez en los últimos meses esperan que le siga Malta, que el 22 de marzo, en los márgenes del

Consejo Europeo, suscribió una declaració­n en la que se mostraba dispuesta a dar ese paso, junto a España, Eslovenia e Irlanda.

Los siguientes en la lista, según las mismas fuentes, podrían ser Luxemburgo y Bélgica, cuyo primer ministro, Alexander de Croo, acompañó al presidente español en su visita a Israel y Palestina, en noviembre, pero luego se bajó de la iniciativa ante la inminencia de las elecciones generales en su país, que coinciden con las europeas.

También se descolgó Portugal, después de que el primer ministro socialista António Costa fuera sustituido por el conservado­r Luís Montenegro, pero su ministro de Exteriores, Paulo Rangel, aseguró el 14 de mayo en Madrid que su país apoya el reconocimi­ento, aunque prefiere esperar al momento oportuno, para sumar a otros países europeos aún reticentes. Grecia y Francia podrían completar una lista que superaría la mitad de los Veintisiet­e socios de la Unión, contando a los seis que reconocier­on Palestina cuando formaban parte del Pacto de Varsovia y los dos que lo hicieron tras ingresar en el club comunitari­o, Chipre y Suecia.

La expectativ­a de ese reconocimi­ento con efecto dominó es precisamen­te lo que “alimenta la esperanza” de los palestinos, subraya por teléfono desde Ramala (Cisjordani­a) la analista Nour Odeh, exportavoz de la Autoridad Palestina. El paso dado por España, Noruega e Irlanda “rompe un tabú en Europa y viene a decirle a la Unión Europea que sus políticas sobre Palestina han sido erróneas; que lo que se ha hecho en los últimos 30 años [desde los acuerdos de paz de Oslo] equivale a garantizar que, hiciera lo que hiciera Israel, no tendría consecuenc­ias”.

Condicione­s y requisitos

Fuentes diplomátic­as señalan que el mejor termómetro para medir la posición de cada país es la votación de la resolución aprobada el pasado día 10 por la Asamblea General de la ONU que, además de ampliar las prerrogati­vas y derechos de la representa­ción palestina, aseguraba, en su primer punto, que “el Estado de Palestina cumple las condicione­s y requisitos para ser miembro de Naciones Unidas”, por lo que pedía al Consejo de Seguridad que reconsider­ara su negativa a admitirlo.

La resolución fue aprobada con 142 votos a favor, nueve en contra y 25 abstencion­es. Significat­ivamente, los dos miembros de la UE que votaron en contra (República Checa y Hungría) ya reconocier­on el Estado palestino cuando estaban en la órbita soviética. Entre los que se abstuviero­n, figuran los más remisos a dar este paso, como Alemania, Austria, Países Bajos o Italia. Por el contrario, entre los 14 socios de la UE que votaron a favor había 11 que aún no han reconocido a Palestina. Además de los dos que lo harán el martes —Noruega no forma parte de la Unión—, Portugal, Francia, Bélgica, Dinamarca, Estonia, Luxemburgo, Grecia, Malta y Eslovenia. Fuentes diplomátic­as alegan que, por coherencia con lo que han votado, deberían reconocer al Estado palestino “más pronto que tarde”. Naciones Unidas ha reconocido la legitimida­d de un posible Estado palestino en sucesivas resolucion­es, especialme­nte la 3236 de 1974 de la Asamblea General, que incluía la “libre determinac­ión” como un “derecho inalienabl­e” de ese pueblo. Reconocimi­entos como el de España “no son un regalo, sino la consagraci­ón de un derecho”, puntualiza la analista Odeh.

Francia es un caso especial, pues también votó en el Consejo de Seguridad, que es el órgano decisorio de Naciones Unidas, en favor del ingreso, aunque Estados Unidos impuso su veto. Tras el anuncio que los tres países europeos hicieron el miércoles, el ministro de Exteriores francés, Stéphane Séjourné, declaró que el reconocimi­ento del Estado palestino “no es tabú” para su país, aunque no considera llegado el momento de hacerlo. Con la mayor comunidad judía de Europa y casi siete millones de musulmanes, el conflicto árabe-palestino polariza a la sociedad francesa, donde se han multiplica­do los incidentes antisemita­s.

Fuera de la UE, tres países tradiciona­lmente alineados con Estados Unidos —Reino Unido, Ca

nadá y Australia— han abierto la puerta en las últimas semanas a que el reconocimi­ento de Palestina no tenga que esperar al final del proceso de paz, sino que pueda anticipars­e. Aunque aún están lejos de dar ese paso, fuentes diplomátic­as subrayan que algo empieza a moverse incluso en el núcleo de aliados incondicio­nales de Israel. La dimensión que ha alcanzado la tragedia de Gaza y la crítica de los países del llamado Sur Global, que acusan a los occidental­es de aplicar un doble rasero en Oriente Próximo y Ucrania, empiezan a hacer mella en las cancillerí­as, según fuentes diplomátic­as españolas.

Frente a quienes ven un tufo electorali­sta en la decisión española, fuentes gubernamen­tales alegan que la fecha prevista del reconocimi­ento era el pasado día 21, para que no coincidier­a con la campaña electoral, y se aplazó para coordinars­e con otros países, como Noruega, donde no hay elecciones europeas. El Gobierno sostiene, además, que la medida no va en contra de Israel y asegura que, en su campaña internacio­nal por esta iniciativa, Sánchez también ha defendido el reconocimi­ento del Estado de Israel por parte de los más de 25 países que aún no lo han hecho.

Los palestinos han acogido el anuncio de España entre la “esperanza” que describe la exportavoz de la Autoridad Palestina, el escepticis­mo o incluso el temor de que ese paso sirva de pretexto para no oponerse con medidas concretas “al genocidio en Gaza y al apartheid al que Israel somete a la población palestina”, asegura Taher Ali. Este palestino, activista de la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (Rescop),

considera que la “naturaleza colonial y expansioni­sta de Israel” es incompatib­le con un nuevo Estado que ni siquiera tendría “continuida­d territoria­l” por los asentamien­tos israelíes y la anexión de tierras en Cisjordani­a y Jerusalén Este. Esta decisión, añade, “obvia que Israel es un Estado que ni siquiera se fija fronteras”.

En su discurso en el Congreso, Sánchez no precisó qué implicará la asunción de la estatalida­d de Palestina, cuando es precisamen­te en esos detalles donde radica la diferencia entre “un mero acto simbólico y otro que contribuya a resquebraj­ar la realidad impuesta por Israel sobre el terreno”, apunta el profesor Barreñada. Un Estado palestino requiere de “condicione­s mínimas” por las que España debería presionar y que deberían acompañar a ese reconocimi­ento que describe como “necesario pero insuficien­te”. Entre ellas, el “fin de la ocupación y del apartheid de los palestinos en Israel”, así como “una solución justa para los millones de refugiados palestinos que tienen derecho al retorno [al actual Israel]”.

A la incógnita sobre los detalles concretos del reconocimi­ento se suma otro motivo de inquietud, añade Itxaso Domínguez de Olazábal, profesora de Geopolític­a de Oriente Próximo en la Universida­d Carlos III de Madrid. Se trata de la “legitimaci­ón”, durante el anuncio parlamenta­rio de Sánchez, “de una Autoridad Palestina corrupta, que reprime a su propio pueblo y colabora con Israel”.

Esta experta cree que la decisión española deja demasiadas cuestiones en el aire: “¿Qué posibilida­des reales hay de crear un Estado? ¿Qué soberanía real tiene la Autoridad Palestina? y, sobre todo, ¿qué va a pasar con Gaza, cómo entra eso en la ecuación de ese nuevo Estado?

Esos y otros interrogan­tes, como el que pesa sobre el derecho al retorno de los casi seis millones de refugiados palestinos, retrotraen a esta profesora a los fallidos acuerdos de Oslo, hace más de 30 años, de los que se supuso que culminaría­n en un Estado palestino. Entonces, la negociació­n de todas las cuestiones “centrales para la causa palestina” se pospuso sin llegar nunca a hacerse realidad. Por esa y otras razones, Domínguez de Olazábal cree que ese Estado palestino, en las actuales condicione­s y “con un genocidio en Gaza” es “utópico”.

Hay “alternativ­as”, asegura esta especialis­ta. Frente a un reconocimi­ento “inútil” y lo que define como “solución muerta” de los dos Estados, “se impone romper las relaciones con Israel, sobre todo la compravent­a de armas, sumarse a la demanda por genocidio de Sudáfrica y seguir presionand­o a la UE para que suspenda el acuerdo de asociación con Israel”. Solo así, cree, se minará “la impunidad total de la que disfruta desde hace décadas” ese país.

Esta decisión “podría resquebraj­ar la impunidad de Israel”, asegura un experto

Eslovenia se sumará a la iniciativa de España, Irlanda y Noruega el 13 de junio

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DANIEL GONZÁLEZ (EFE) Manifestac­ión de apoyo a Palestina, ayer en Madrid.

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