Valls y Cs negocian para evitar dividirse
La votación en el Ayuntamiento de Barcelona es decisiva para el futuro de la alianza entre Manuel Valls y Ciudadanos. El candidato y el partido de Albert Rivera negociaban a última hora de la tarde de ayer para evitar una ruptura que podría ser definitiva. Tres de los seis ediles de la plataforma que comparten votarán a favor de Ada Colau, según fuentes del entorno del ex primer ministro francés, y queda por ver qué harán los tres ediles que pertenecen a Cs. Rivera ha rechazado en las últimas semanas apoyar a Colau porque considera que “es independentista”. Cs no aclaró ayer su voto. / ELSA GARCÍA DE BLAS
del referéndum ilegal del 1-O.
ERC y Barcelona en Comú empataron a 10 concejales el 26-M, aunque los republicanos ganaron por 4.833 votos. El PSC obtuvo ocho. La última ha sido una semana trepidante en las negociaciones de los pactos para conseguir sumar los 21 ediles que dan la mayoría absoluta. Ayer, en una maniobra de última hora, Maragall se abrió a repartirse la alcaldía con Colau, dos años cada uno. Una oferta que llegó en plena consulta y sentó muy mal a los comunes, que la atribuyeron al “nerviosismo” de los independentistas. Colau aseguró que su rival nunca hizo esta propuesta y le acusó de querer incidir en la votación interna de los comunes.
Ahora se abre un periodo para negociar el reparto de carteras en el nuevo Gobierno municipal. El objetivo de Colau es incidir en las políticas sociales que la encumbraron a la alcaldía hace cuatro años. En el caso del PSC el objetivo es, sin dejar de lado las mismas políticas, aportar tranquilidad a los sectores económicos y gestionar mejor aspectos como la seguridad y el turismo.
de los dos partidos continuaban. Hoy, una vez cerradas esas conversaciones, se despejarán las dudas sobre la composición del gobierno municipal.
El PP, Ciudadanos y Vox comparten muchas de sus propuestas de Gobierno. Así, pese a que tienen diferencias de enfoque en algunos asuntos, como Madrid Central, la zona de tráfico restringido del centro de la capital —Vox quiere tumbarla, el PP revertirla y Cs reformarla—, coinciden en muchos otros.
Todos quieren bajar impuestos, desbloquear operaciones urbanísticas, reforzar la lucha contra la venta ambulante ilegal de los manteros, o contra la okupación, entre otros asuntos.
En consecuencia, si Vox se suma hoy al acuerdo de PP y Cs, el bastón de mando de la capital cambiará de manos. De Carmena a Martínez-Almeida.