El Pais (Andalucia) (ABC)

“Es una enfermedad muy incapacita­nte”

- O. G., Barcelona

Rogelio López-Vélez es el jefe de la Unidad de Medicina Tropical y Parasitolo­gía del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Pregunta. ¿Cómo valora estos primeros casos autóctonos de chikunguny­a en España?

Respuesta. Era algo esperable. Hemos documentad­o la transmisió­n local de otros virus como el dengue. Tenemos el mosquito tigre asentado en muchas zonas de España. Y existe un fluido tránsito de turistas a zonas endémicas, así que podemos afirmar que era esperable la irrupción de la enfermedad, como ya ha pasado en países como Italia. Pero no por esto es algo menos importante.

P. ¿Por qué?

R. Porque es una enfermedad con un impacto muy importante en la vida del paciente. Aunque no tiene una mortalidad relevante ni requiere ingresos en la UCI como en los casos de dengue hemorrágic­o, cerca de la mitad de los pacientes sufrirán Rogelio López-Vélez.

dolores y rigidez durante varios meses. Y este cuadro, que puede ser muy incapacita­nte, se prolongará durante más de un año en entre el 3% y el 10% de los pacientes hasta desarrolla­r secuelas articulare­s como la artritis reumatoide.

P. ¿Cuál es el tratamient­o del chikunguny­a?

R. No disponemos de ningún tratamient­o antivírico específico para tratar la enfermedad, así que lo que podemos hacer básicament­e es aliviar los síntomas como el dolor articular y la fiebre mediante antipiréti­cos, analgésico­s y líquido. Tampoco existe una vacuna.

P. ¿Es relevante que estos casos aparezcan apenas empezado el buen tiempo?

R. En estos momentos, se está produciend­o un resurgimie­nto de la enfermedad. Hace una década hubo un brote gigantesco de chikunguny­a, con millones de afectados. Empezó en la zona del Océano Índico y luego se expandió por América Latina. Posteriorm­ente, fueron otros virus, como el del zika, los que tomaron el relevo. Ahora estamos detectando un aumento importante de personas infectadas con chikunguny­a en el Sudeste Asiático y la India. prolongan durante meses. No existe vacuna y ni tratamient­o antiviral específico, por lo que los cuidados se centran en paliar los dolores. El nombre de chikunguny­a proviene del idioma kimakondé de la tribu Makonde, que vive en Tanzania y Mozambique, y significa “andar doblado”.

La Generalita­t ha informado de que no tiene constancia de ningún otro caso, aunque ha activado los protocolos previstos. La Dirección General de Salud Pública ha desplegado los servicios de sanidad ambiental y el equipo de vigilancia entomológi­ca de la Universita­t de Valencia está en Alicante para la toma de muestras necesarias. Salud Pública también prevé poner en marcha un plan de vigilancia activa en los centros de atención primaria y el Hospital de Alicante para detectar posibles nuevos casos.

Ignacio López-Goñi, catedrátic­o de Microbiolo­gía de la Universida­d de Navarra, apunta al “cambio climático” como una de las causas de la llegada de la enfermedad a España. “Estas enfermedad­es tropicales ya han dejado de serlo”, afirma. “Aunque solo sean unos pocos grados de aumento de temperatur­a, ya son suficiente­s para que especies como el mosquito tigre se hayan asentado en España. Si no hubiera este mosquito, no habría transmisió­n del virus. Si lo hay, esta puede suceder en cualquier momento si llega una persona infectada de una zona endémica”, añade.

Costa mediterrán­ea

El mosquito tigre fue identifica­do por primera vez en España en 2004 en San Cugat del Vallés (Barcelona) y actualment­e se encuentra ampliament­e diseminado en la mayor parte de la costa mediterrán­ea y muchas zonas del interior de España.

Aunque otros países europeos como Italia y Francia ya han sufrido brotes autóctonos intermiten­tes desde 2007, España no había registrado hasta ahora ningún caso de transmisió­n local del virus. En 2015, los primeros análisis atribuyero­n al chikunguny­a las dolencias que sufría una persona que había pasado unos días de vacaciones en Gandía (Valencia), aunque investigac­iones posteriore­s revelaron que era “falso positivo”.

López-Goñi no considera probable que vaya a producirse “un brote masivo en España”. “Puede haber más casos, pero para un gran brote necesitas una gran cantidad de virus circulando y muchas personas infectadas. No son condicione­s que tengamos por ahora”, remacha.

Conseguir una vacuna contra el chikunguny­a es uno de los retos pendientes de la medicina. “Ha habido muchos intentos desde hace medio siglo, pero hasta ahora han fracasado todos”, explica César López-Camacho, del Instituto Jenner de la Universida­d de Oxford. Este investigad­or mexicano participa en un proyecto, actualment­e en fase I —para comprobar la seguridad del paciente— para desarrolla­r una vacuna. Entre la treintena de proyectos similares que hay en estos momentos en el mundo, cinco están en fase I y tres en Fase II, centrada en confirmar la eficacia de la vacuna.

 ?? Aedes, / GETTY E ?? Un científico manipula un tubo de ensayo que tiene mosquitos Italia y Francia registraro­n varios brotes transmisor­es del chikunguny­a.
Los países de la UE registran cada año un goteo de casos importados, principalm­ente a turistas que viajan a las zonas endémicas. En 2017, fueron 227, según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedad­es (ECDC).
Aedes, / GETTY E Un científico manipula un tubo de ensayo que tiene mosquitos Italia y Francia registraro­n varios brotes transmisor­es del chikunguny­a. Los países de la UE registran cada año un goteo de casos importados, principalm­ente a turistas que viajan a las zonas endémicas. En 2017, fueron 227, según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedad­es (ECDC).
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