Las mujeres se abren paso en las elecciones de Guatemala
Las candidaturas femeninas marcan la campaña en el país centroamericano
Guatemala celebra hoy unas elecciones en medio de un ambiente enrarecido. Dos de las principales candidaturas han sido anuladas, medio centenar de aspirantes se han enfrentado a problemas legales y los jueces han tenido más relevancia casi que los aspirantes a la presidencia. No obstante, si ha habido un gesto inédito en la carrera es el papel que han jugado las mujeres. De hecho, de no haberse prohibido la participación de dos candidatas por problemas judiciales, estaría casi garantizado que de las urnas saldría la primera presidenta guatemalteca.
En un país conservador, con patrones machistas, donde solo hay 20 parlamentarias en un Congreso de 158 escaños, la candidatura a la presidencia de cuatro mujeres, de diferentes tendencias ideológicas, supone un cambio. Sandra Torres parte como militado en la guerrilla. Con todo, tras lustros en la política, tiene detrás una estructura partidaria muy sólida.
La principal rival de Torres no estará en las papeletas. La candidatura de Thelma Aldana, la ex fiscal general del país y la opción de cambio más clara, fue vetada. Aldana, que permanece por razones de seguridad fuera de Guatemala, reiteraba recientemente a EL PAÍS que su candidatura fue bloqueada por el miedo a rendir cuentas que prima entre los grupos que mantienen secuestrado al Estado. “Mi candidatura era molesta para las mafias”, dijo. Aldana, quien alcanzó notoriedad por lograr que grupos hasta ahora intocables terminaran en la cárcel, es pesimista con respecto a que una mujer llegue a la presidencia. “Es muy difícil que en 50 años una mujer pueda alcanzar el poder en Guatemala”, cierra.
La otra candidata a la que se