Protestas en Sant Cugat por el tripartito de izquierdas
El Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès vivió ayer el pleno de constitución más bronco de su historia. La republicana Mireia Ingla recibió la vara de alcaldesa tras un pacto con el PSC y la CUP y que desbancó a Junts per Catalunya. Convocadas por la ANC, decenas de personas se concentraron para criticar a republicanos y anticapitalistas por pactar con “el partido del 155”. Ingla se apoyó en el deseo de cambio de los vecinos. “Muchos se han sentido excluidos y han votado en clave progresista”, defendió.
El tripartito de izquierdas expulsa del poder a los neoconvergentes después de 32 años de gobierno ininterrumpido y pese a que, una vez más, había logrado ser la fuerza más votada. Junts per Catalunya exploró, sin éxito, una coalición con Esquerra Republicana.
Los asistentes a la sesión tildaron de botiflers a los concejales de PSC y Ciudadanos por no hacer ninguna mención a la república catalana o a los políticos presos en el juramento de sus cargos. Los independentistas sí lo hicieron, aunque los de ERC y CUP también fueron abucheados, mientras hubo gritos con referencia al caso 3%, de corrupción de Convergència. El concejal Joan Puigdomènech, que presidió la mesa de edad, intentó mantener el control de la sesión, que fue interrumpida en varias ocasiones.
Ante los gritos de “traidora”, Núria Gibert (CUP) tiró de ironía: “Nosotros somos los antisistema y mira cómo estamos”. La concejal aseguró que el tripartito ha sido “un paso difícil, valiente” que ha requerido “mucha deliberación” de las bases. “No podemos aplazar más tener la ciudad más desigual de Cataluña”, dijo. Ciudadanos pidió al nuevo ejecutivo que “levante alfombras”, mientras que el socialista Pere Soler agradeció la generosidad de ERC y la CUP y puso el acento en lo social. El nuevo alcalde de Badalona, Álex Pastor López.