Pastor revalida la alcaldía de Badalona y desplaza a Albiol
El socialista Álex Pastor revalidó ayer la alcaldía de Badalona después de que Guanyem, la segunda fuerza, le votara en bloque única y exclusivamente para desbancar a Xavier García Albiol (PP). La alianza de la izquierda, inimaginable solo 24 horas antes, comporta
En un clima de suspense, más propio de un thriller que de un pleno, la sesión arrancó en medio de una enorme tensión y de incertidumbre. El secretismo fue absoluto pero minutos antes el rostro de Pastor estaba tan radiante como descompuesto el de Albiol. El desenlace lo anunció la exalcaldesa Dolors Sabater, de Guanyem, cuando antes de votar avanzó que “por responsabilidad” retiraría su candidatura y votaría a Pastor. “Un 58% de ciudadanos no quiere un alcalde de derechas, xenófobo y racista”, dijo. La exprimer edil reprochó al socialista su “inmovilismo”, haberla chantajeado y le tachó de “irresponsable” al llevar al límite las conversaciones. “Nosotros no lo somos”, dijo.
La decisión de la coalición Badalona valenta fue refrendada a cerrar el paso a la alcaldía, por segunda vez, al popular. Pastor aunó el apoyo de 15 concejales —los siete de Badalona valenta; los seis suyos, dos de los comunes y uno de Junts per Catalunya—. Alguien apuntó el nombre de dos candidatos y fue declarado nulo. Albiol solo logró el apoyo de sus 11 ediles.
primera hora en asambleas de Guanyem y ERC como mal menor. La negociación se aceleró de madrugada y culminó justo antes del Pleno. La decisión de los soberanistas no fue fácil porque suponía votar a Pastor, el político que impulsó una moción de censura en 2018 contra Sabater por su implicación en el procés y que prosperó gracias al PP. Guanyem asegura que el PSC se vio obligado a negociar cuando el viernes Sabater avisó que se votaría a si misma abortando, así, cualquier alternativa a Albiol. “Lo único que hemos logrado es que Badalona no quede en manos del partido más corrupto de Europa, de los recortes y de la especulación”, avisó Sabater.
Badalona abre ahora una etapa llena de incógnitas. La única certeza es que Pastor será alcalde
y no Albiol, que encajó el pacto con estupefacción. Con enorme perplejidad, el popular asistió atónito a la misma pesadilla que sufrió en 2015 cuando ganó las elecciones y también la izquierda le desplazó. Albiol tenía la certeza de que el PSC no repetiría el “mismo error” de pactar con la “CUP” — como siempre llama él a Guanyem, aunque es una formación sin obediencia de partido—. Pero los pactos a veces no están tan escritos como parece: el PSC no le devolvió el favor a Albiol por su apoyo en la moción de censura.
Visiblemente enojado, el popular dijo que el pacto invalidaba la “voluntad” de la mayoría. “Es una traición a los votantes. Siento tristeza y cierta vergüenza”, lamentó. En su discurso, atribuyó el pacto de la izquierda a su “obsesión”
a que él no sea alcalde. “Todo les da igual ¡Sobre todo que no gobierne Albiol! Solo les mueve el odio y el rencor a los que tenemos la confianza de los vecinos”, exclamó alzando la voz y enufrecido. Albiol estará en la oposición y avisó al PSC: “Han vuelto a las andadas. No nos vengan a buscar. No nos engañarán dos veces”.
Pérdidas del PP
Pastor salió después a saludar desde el balcón consistorial y recibió un enorme abucheo del centenar de personas concentradas en la plaza de la Vil.la. Muchos eran de la plataforma Sant Roc-Som Badalona, que atiende a vecinos afectados por desahucios. Pastor les niega su acceso a un local municipal. Sabater acudió a pie de plaza en medio de gritos de “alcaldesa, alcaldesa”. Albiol se fue rápido. Con la pérdida de Badalona, Castelldefels, donde hay un acuerdo de izquierdas, y Gimenells, el PP certifica sus catastróficos resultados. Sólo le queda Pontons, un municipio de 500 habitantes del Penedès.