El Taller de Músics vuelve a tomar la calle en Barcelona
El colectivo organiza en Sant Antoni una velada de jazz por su 40 aniversario
En sus inicios, el jazz era una música callejera: nació en una plaza de Nueva Orleans y creció en sus calles. En sus inicios, el Taller de Músics, tal vez por proximidad a sus enseñanzas jazzísticas, era también callejero: no nació en una plaza de Ciutat Vella, pero casi, y creció en sus calles. Los aguerridos responsables del Taller a menudo tomaban la calle para demostrar al vecindario que el jazz ya no era el coco que asustaba colegiales y viejecitas. En los primeros ochenta, la Ronda de Sant Antoni, cerca de sus locales, era uno de sus objetivos y las 12 Hores de Jazz a la Ronda, un clásico que desapareció en 1987.
Ahora los del Taller han decido tomar de nuevo la calle para celebrar su 40 aniversario y qué mejor que volver a la Ronda de sus recuerdos. Así, y aunque ahora no tenga tanto mérito ocupar la Ronda peatonal, ayer las 12 Hores renacieron de sus cenizas y volvieron a demostrar que no solo el jazz no asusta a nadie sino Uno de los conciertos de las 12 horas de Jazz.
que puede convocar masas que lo pasan en grande.
El solecito de la mañana de sábado invitaba a pasear y una voz femenina, ante el reluciente Mercat de Sant Antoni, entonaba Georgia on my mind rodeada de una orquesta compuesta solo por mujeres. Vindicación feminista poco
después del mediodía en plena Ciutat Vella pero, de repente, el solo de trompeta que siguió, magnífico, lo ejecutó un hombre, el único sobre el escenario y que, además, dirigía la orquesta que, para redondear, enarbolaba el nombre de una de nuestras históricas primeras feministas Micaela Chalmeta. En su parcela social la cosa da para pensar, en su parcela musical es irrefutable: David Pastor, el hombre, ha conseguido reunir una big band con gancho independientemente del sexo de sus integrantes. En los alrededores se bailaba al son de Uptown Funk (sí, Bruno Mars es un clásico como para figurar en el repertorio de una big band jazzística).
Era el inicio de esas recuperadas 12 Hores de Jazz a la Ronda y mucho público (todas las sillas llenas y abundante gente de pie) se había acercado ya hasta el cruce con la calle de Urgell. Unos para disfrutar del sol de la mañana, otros atraídos por la música y muchos llevados por sus recuerdos, se notaba por los aparatosos abrazos de bastantes reencuentros. Siguió Andrea Motis y la Ronda se abarrotó de gente ensimismada y después hubo marching bands entre al público (que una tuba te sople en la oreja no deja de tener su gracia), música balcánica (¡a bailar!), groove y la reunión de los históricos A-Free-K.