Política: el voto pierde ideología y se modera hacia la gestión.
¿Se ha vuelto Andalucía más de derechas? Ha sido una de las preguntas que ha sobrevolado toda esta campaña ante el cúmulo de encuestas que otorgan ahora al candidato del PP, Juan Manuel Moreno, cifras de escaños récord para ese partido tras décadas de mandatos socialistas. Ese mito se rompió hace tres años y medio cuando Moreno, con el peor resultado del PP (26 escaños, 750.000 papeletas), logró gobernar con Ciudadanos y gracias a la ultraderecha de Vox, con la que luego se distanció.
Javier Arenas, expresidente del PP andaluz y candidato que logró en 2012 el mejor resultado de la derecha en Andalucía, atribuye el “cambio radical y vertiginoso en la sociedad andaluza a los movimientos profundos observados en su economía, con una nueva agricultura y otra clase media que ha disipado los modelos del pasado, que ahora demanda moderación, que se ha desideologizado, con una menor influencia de las ideas en favor de la gestión y la superación de los bloques tradicionales”.
En 2012, cuando Arenas ganó al entonces todopoderoso PSOE pero no logró gobernar, la derecha que encabezaba congregó un 40,6% del voto (Moreno se quedó en 2018 en el 20,7%). La izquierda en su conjunto superó al PP de Arenas con el 50,8%. Los sondeos ahora, incluso el del CIS, le otorgan al PP de Moreno, con Vox y Ciudadanos a la baja, un mínimo del 52% y un máximo del 58,7%. Y a la suma de todas las izquierdas, desde el PSOE de Juan Espadas a Por Andalucía de Inma Nieto y a Adelante Andalucía de Teresa Rodríguez, entre el 37,7% y el 43,9%.