Suelos verdes y menos cemento en 11 centros de Barcelona
Murcia Tres adolescentes de 17, 15 y 14 años fueron puestos ayer en régimen de internamiento cerrado acusados de agredir sexualmente a dos chicas menores de edad, de 14 y 15 años, en Murcia. Fueron detenidos el jueves por la noche, después de que las niñas alertaran a sus familiares de que habían sido forzadas a mantener relaciones con ellos en un área abandonada de la urbanización Joven Futura, en la zona norte de la ciudad. El titular del Juzgado de Menores número 1 de Murcia les impuso ayer dicho internamiento cautelar al considerar que hay serios indicios, no solo de la agresión sexual, sino también de agresiones físicas, amenazas y detención ilegal.
Según confirmaron desde el gabinete de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, “hay indicios de que los tres menores detenidos obligaron a las dos adolescentes a subir en sus motos, las llevaron a una zona apartada y las agredieron”.
Identificación inmediata Las dos menores identificaron sin lugar a dudas a los detenidos y su relato de los hechos encaja con los datos recogidos por la Policía Nacional, y también con los reconocimientos fotográficos y partes médicos, así como con la propia declaración de los detenidos en sede judicial, según señalan las mismas fuentes.
En la resolución sobre el ingreso cautelar en régimen cerrado de los tres acusados, medida que también pedía la Fiscalía, el juez señala que la gravedad de los hechos contra la libertad sexual de las dos menores se ve agravada además “por el uso de la amenaza primero y la violencia después para vencer la resistencia de las víctimas” y más aún “por la intimidación a través del grupo”.
Además, advierte del escaso respeto por la autoridad que mostraron los tres detenidos, uno de los cuales ya había sido condenado por otros delitos distintos anteriormente. El juez cree que con el ingreso cautelar de los tres adolescentes en régimen cerrado se está protegiendo “a la sociedad en general y a las víctimas en particular”, se salvaguarda el orden público, y se pone coto “a este tipo de delitos que crean gran alarma social entre las jóvenes”. También se trata de “evitar la reincidencia y que se pueda atentar contra las denunciantes”, señala el auto.
La reciente actuación llevada a cabo en 11 escuelas de Barcelona reúne casi todos los elementos que recetan las fuentes consultadas. La iniciativa del Ayuntamiento, iniciada en 2019 y financiada con fondos europeos, tomó colegios ya construidos para rehabilitarlos y adaptarlos al cambio climático. En los patios se sustituyó parte del cemento que lo cubría por zonas de tierra y suelos más verdes que al retener la humedad resultan más frescos. Se añadieron sombras, mediante vegetación y pérgolas fotovoltaicas, y se instalaron puntos de agua para refrescar a los niños.
Dentro de los edificios se actuó sobre todo en las fachadas, aislándolas térmicamente e instalando protecciones solares, como toldos, porches y persianas, además de mejorar la ventilación cruzada de las aulas para que corriera más aire.
Los patios de los colegios se utilizan ahora, además, los fines de semana de julio y agosto, como refugios climáticos abiertos al vecindario. Irma Ventanyol, bióloga especializada en gestión ambiental, añade que en ninguno de los centros se han instalado aires acondicionados. “Si tienes un edificio muy mal aislado, necesitarás un consumo energético enorme para contrarrestarlo. Lo primero que hay que hacer es rehabilitarlo energéticamente”, dice.