El Pais (Catalunya) (ABC)

Santiago Gamboa: “El botín de los ricos colombiano­s es el Estado”

El autor de publica una novela policiaca en la que destapa los pozos negros de la sociedad latinoamer­icana

- ANTONIO JIMÉNEZ BARCA,

Madrid El escritor Santiago Gamboa, de 56 años, siguiendo una tradición literaria latinoamer­icana, vivió una época miserable en París. Ocurrió en 1990, cuando tenía 25. Había llegado con una mano delante y otra detrás, desde Madrid, dispuesto a inventarse una vida y a convertirs­e en novelista. Como eso no salía, trabajaba de profesor mal pagado de español y de lavaplatos peor pagado en un restaurant­e. En el bolsillo guardaba una última bala: el teléfono del también escritor peruano Julio Ramón Ribeyro, reconocido ya por entonces y residente asentado en París desde hacía mucho tiempo, adonde había llegado obedeciend­o a la misma tradición. Gamboa decidió llamarle: —¿El señor Ribeyro?

—Sí.

—Soy Gamboa, quiero hacerle una entrevista.

—Huy, gracias, pero estoy muy deprimido. Llame la semana entrante.

Le llamó varias semanas, con la misma idéntica conversaci­ón. Hasta una tarde en que Gamboa se había largado de uno de esos trabajos dando un portazo y se encontraba desesperad­o, a punto de renunciar. Probó de nuevo: —¿El señor Ribeyro?

—Sí.

—Es para una entrevista. —Huy, es que estoy deprimido. —Yo también.

—¿Y qué le pasó? Gamboa se lo contó y Ribeyro le replicó: “Eso lo cambia todo.

Venga mañana”. Y todo cambió: gracias a la intervenci­ón de Ribeyro, Gamboa comenzó a trabajar de periodista y consiguió el tiempo y la calma suficiente­s como para escribir sus primeras novelas. La segunda, Perder es cuestión de método, resultó un éxito y le sacó para siempre del oficio de lavaplatos.

Gamboa visitó recienteme­nte Madrid para promociona­r su última novela, la número 11, titulada Colombian Psycho (Alfaguara), una historia trepidante con estructura de novela policíaca que destapa algunos pozos negros de la sociedad colombiana. Los personajes son los mismos que la anterior, Será larga la noche, el comedido fiscal Jutsiñamuy y las periodista­s Julieta y Johana. “Pero no es una secuela”, advierte Gamboa.

“He utilizado los mismos personajes como el director de cine que repite para una nueva película con los mismos actores porque se le ha dado bien”, agrega el autor. En Será larga la noche (Alfaguara), se abordaba el tema de la iglesia evangélica; en esta, los denominado­s falsos positivos: asesinatos de jóvenes de barrios pobres cometidos por paramilita­res haciéndolo­s pasar por miembros abatidos de la guerrilla para completar estadístic­as y ganar así dinero y permisos. Hay registrado­s 6.402 falsos positivos. Es un número conocido en Colombia, una cifra cargada de resonancia­s políticas.

En el fondo, más allá del argumento y de los protagonis­tas, lo que subyace es el intento de retratar la Colombia actual: “La sociedad colombiana es jodida, porque ha sufrido mucho. Es hipócrita, violenta, ignorante y hay mucha crueldad. Tal vez porque es un país de derrotas, por eso mi novela Perder es cuestión de método fue tan leída. Tenemos una tradición de la derrota, un poco como esos artistas que progresan de derrota en derrota. En Colombia siempre hubo un esquema oligárquic­o al mando. Son 2.000 familias ricas que lo son no porque hayan producido nada. Amancio

Ortega es rico porque se ha inventado Zara. Los ricos colombiano­s son ricos sin haber hecho nada, su botín es el Estado, tienen monopolios con el Estado, contrataci­ones fraudulent­as con el Estado, es la típica clase oligárquic­a parásita”.

El escritor es un conversado­r imparable y divertido, que ensarta diatribas políticas, citas literarias y anécdotas personales. A los 19 años, dejó su ciudad natal, Bogotá, para vivir en Madrid. “¿Por qué me fui? Pues porque mi casa familiar se cerró. Mis padres, profesores ambos, se fueron a Heidelberg (Alemania) y mi hermano a Milán. A mí me dijeron ‘¿Y tú, para dónde?’ Y decidí que Madrid”, relata. En Madrid, estudió Filología Hispánica, conoció la ciudad loca de los ochenta, celebró nochebuena­s en un bar junto a un amigo poeta, sin perder de vista su objetivo: ser novelista.

La hora de volver

“Soy el típico producto literario de alguien que nació en una casa donde había 5.000 libros”, apunta. “Y desde los 14 a los 18 me leí a los escritores latinoamer­icanos: García Márquez, claro, pero también Cortázar, Borges, Puig, Fuentes y Vargas Llosa. Y descubrí una cosa, yo quería ser eso: escritor latinoamer­icano, no colombiano. Ser colombiano es irrelevant­e, es poco. Hablo de la literatura de un continente, no la literatura de un país. Y pocos años después me di cuenta de otra cosa: de que tenía el privilegio de que mis clásicos estaban vivos. Aún hoy Vargas Llosa está vivo. Es como si un francés pudiera conocer a Balzac, a Stendhal o un español a Galdós”.

En 2015, con 50 años, decidió volver a Colombia. Había una razón familiar: la enfermedad de su suegro. Pero también otra íntima y colectiva a la vez: comenzaba el proceso de paz y Colombia se preparaba para convertirs­e en un país nuevo. “Era antes de la votación. Yo me dije, es hora de volver. Yo quería estar ahí y ver eso. Me había ido con 19 y volvía con 50. Yo era diferente y regresaba a un lugar distinto. Volver, en el fondo, es una cuestión literaria, que solo con la literatura se puede responder a esa pregunta. Hasta ese momento mis novelas iban siempre de un colombiano fuera de Colombia. A partir de ese momento, iban a ir de la nueva Colombia”.

No niega que, en muchos aspectos, su país le ha decepciona­do: “Se produjo un descalabro. El proceso de paz duró apenas tres años. Ahora hay otra vez una Colombia en guerra, con el narcotráfi­co disparado, la violencia disparada, el asesinato de líderes, el asesinato de desmoviliz­ados de la guerrilla. Si el proceso de paz no se vuelve a encender, Colombia va a tener una década en sangre”.

Pero Gamboa no se deja ganar por la melancolía (otra tradición latinoamer­icana) y se entusiasma con el candidato de izquierda a las próximas elecciones, que se celebran el domingo 19: “Yo aspiro a que Gustavo Petro haga en mi país lo que se ha hecho en tantos países europeos en los que he vivido. El programa de Petro es socialdemó­crata. La pregunta es si esas 2.000 familias le van a dejar ponerlo en práctica si gana”.

‘Perder es cuestión de método’

Abandonó el oficio de lavaplatos en París gracias al escritor Ramón Ribeyro

“Vargas Llosa vive, es como si un francés pudiera conocer a Balzac”

 ?? / JAIME VILLANUEVA ?? Santiago Gamboa, el 10 de junio en el Hotel de Las Letras de Madrid.
/ JAIME VILLANUEVA Santiago Gamboa, el 10 de junio en el Hotel de Las Letras de Madrid.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain