La hierba, hostil pero no tanto: “Es más suave que las otras”
Tradicionalmente, la hierba es un terreno que ha afectado sobremanera a las rodillas de Nadal. Las posiciones y, sobre todo, la flexión a la que obliga el registro verde para golpear la pelota desde una posición baja han castigado sus articulaciones. Sin embargo, él no considera que deba perjudicar más al pie dañado que la tierra batida o el cemento.
“No creo que sufra más en el césped. Desde un punto de vista lógico, la hierba es más suave que otras superficies más duras. Los entrenamientos de esta semana han sido positivos y he podido tener continuidad durante estos días, así que el balance es positivo”, valora el tenista de Manacor, que confirmó la noticia adelantada esta semana por la revista ¡Hola!
“Si todo va bien, voy a ser padre”, afirmó Nadal, que en los últimos días apenas ha dispuesto de tiempo para el descanso —las visitas a Barcelona, el acto de graduación de los alumnos de su academia y los entrenamientos— y que es muy consciente de la imprevisibilidad de su deporte. Más aún del césped.
“En esta superficie, todo se magnifica”, matiza, a la vez que se refiere a la soberanía de él (36 años), Federer (40), Djokovic (35) y, esporádicamente, Murray (35), durante los últimos 15 años. “Se ha vivido una época un poquito más previsible, pero no es lo que ha pasado históricamente en nuestro deporte”, recuerda, mientras algunos periodistas le plantean la posibilidad de atrapar el Grand Slam; es decir, ganar los cuatro grandes en el mismo año.
“El último hombre que lo ha conseguido es Rod Laver [en 1969]. Estuvo cerca Djokovic el año pasado, pero si no lo ha hecho ninguno en no sé cuántos años, es difícil pensar que alguien con 36 años pueda hacerlo”, zanja.