El Santander nombra a Héctor Grisi nuevo consejero delegado
El responsable de la filial en México sustituirá a José Antonio Álvarez a partir de 2023
Madrid Cambios en la cúpula de la mayor entidad financiera española. El Banco Santander comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha propuesto a Héctor Grisi Checa para sustituir a José Antonio Álvarez como consejero delegado del grupo a partir del 1 de enero de 2023. La entidad cierra así un proceso que se ha dilatado en el tiempo tras el fichaje frustrado del italiano Andrea Orcel en 2018, que provocó una batalla judicial cerrada con una indemnización de 51,4 millones de euros, además del coste reputacional para el banco. Grisi, nacido en Ciudad de México hace 55 años, lleva algo más de seis años y medio en el banco, actualmente es consejero delegado de Santander México y responsable de la región de Norteamérica, y antes trabajó durante 18 años para Credit Suisse. El nombramiento queda sujeto a las aprobaciones correspondientes, entre ellas la luz verde del Banco Central Europeo (BCE). Álvarez seguirá vinculado al Santander como vicepresidente no ejecutivo. Los inversores acogieron el anuncio favorablemente: las acciones del banco se apreciaron un 2,3% al cierre de una jornada alcista para el Ibex.
El nuevo número dos llega al puesto tras un “riguroso proceso de sucesión” llevado a cabo por la comisión de nombramientos del consejo, según señala el Santander en el comunicado. Una vez asuma sus funciones, reportará directamente al consejo, como se fijó en la nueva estructura de gestión que el banco anunció el 24 de febrero de este año, y tendrá bajo su responsabilidad todas las regiones, países y negocios globales. El modelo de gobernanza anglosajón que se adoptó en la entidad está en línea con lo que demanda el BCE. Internamente supuso la cesión de poder de la presidenta, Ana Botín, al consejero delegado, que ganó funciones ejecutivas, por lo que existe más equilibrio entre ambos cargos.
En aquel momento, el traspaso de competencias no se hizo por una exigencia del BCE. Sin embargo, fuentes financieras ya apuntaban entonces que el Santander se adelantaba así a esa obligación. Es decir, realizó el cambio antes del relevo del consejero delegado que se preveía para los próximos meses, como así ha terminado sucediendo. De esta forma, evitaba que en ese momento fuese el supervisor bancario europeo el que le exigiera la transición como una condición a su aprobación del nuevo ejecutivo, visto bueno que todavía no le ha dado a Grisi, aunque fuentes financieras aseguran que ya ha habido conversaciones informales. “Tras la experiencia previa de [Andrea] Orcel, el banco ha sido muy cuidadoso y ha
preguntado de forma previa al eurobanco, aunque en el caso de Grisi no habría problemas porque ya era un alto ejecutivo del banco y reúne todos los requisitos”, añaden estas fuentes.
La búsqueda de candidatos se había acelerado en los últimos meses y fuentes del sector apuntaban a que el Santander elegiría entre los responsables de regiones del propio banco. A nivel interno, esto genera más confianza y certidumbre al tratarse de una persona de la casa que conoce los entresijos de la entidad, todo lo contrario a las dudas que sobrevolaron al grupo en 2018. Entonces estaba previsto el relevo de Álvarez por Orcel, pero ese fichaje fracasó y acabó en una pelea judicial entre la entidad y el italiano.
El desembarco de Grisi debe servir para restañar esas heridas. El fiasco de la contratación fallida de Orcel salió caro. En lo económico, la justicia condenó al Banco Santander a abonarle 51,4 millones de euros, una cantidad que si bien no es significativa para sus cuentas, sí es elevada tratándose de una disputa laboral. Y en lo reputacional, el anuncio de su fichaje, la posterior marcha atrás y la batalla judicial también tuvo un coste.
La presidenta del banco, Ana Botín, agradece en el comunicado el trabajo realizado por José Antonio Álvarez: “Su liderazgo y dedicación han sido fundamentales para el éxito de Santander y para mí ha sido un apoyo muy importante en estos años. Estoy encantada de que siga en el consejo como vicepresidente no ejecutivo y estoy segura de que continuará siendo clave”. Y ensalza asimismo el perfil del nuevo consejero delegado: “Acumula décadas de experiencia y un conocimiento profundo de nuestros mercados y nuestras líneas de negocio. Además, en estos años ha demostrado su liderazgo, trabajo en equipo y capacidad para crear valor para nuestros clientes y accionistas”.
El nombramiento del banquero mexicano llega en un momento en que la entidad se plantea crecer en México, el mercado que mejor conoce. El Santander está entre las entidades que ha mostrado interés por la compra de Banamex, la filial en ese país de Citigroup. De hecho, Grisi ha sido el encargado de liderar los sondeos previos e informar internamente de los beneficios que tendría la operación que aumentaría considerablemente la facturación del Santander en el país. En el primer trimestre, la filial mexicana aportó 249 millones en beneficios, un aumento del 32%, espoleado por el alza de los ingresos (+7%) y por la reducción del 25% de las dotaciones del banco. Y en 2021 fue el quinto mercado por beneficios tras EE UU, Brasil, el Reino Unido y España.
Sintonía con Botín
El anuncio del aterrizaje de Grisi se produce también cuatro meses después de la controversia desatada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, con sus críticas a las empresas españolas asentadas en el país. Grisi y Botín se vieron con López Obrador en abril con el objetivo de rebajar la tensión. “Llevamos muy buena relación”, dijo el presidente mexicano al término del encuentro. Pese a ello, el hecho de ser el único grupo extranjero que ha mostrado de momento un interés firme en la compra de Banamex puede jugar en su contra para llevar a cabo la operación.
En sus viajes a México, Ana Botín ha dado muestras de mantener una buena sintonía personal con su próximo número dos. Su andadura en el grupo comenzó en 2015, directamente en el cargo de consejero delegado de Santander México. Desde entonces, “ha impulsado una gran transformación del negocio, lo que ha situado la rentabilidad sobre el capital tangible ordinario ajustado al 31% a cierre de marzo de 2022”, destaca el banco. Además, el número de clientes activos ha crecido casi un 50% en ese periodo hasta rozar los 10 millones. Hasta ahora, el ascenso más importante de Grisi en el organigrama del banco se produjo antes de la pandemia, en 2019, cuando fue nombrado responsable regional de Norteamérica. El año pasado, el grupo alcanzó los mejores resultados de su historia en EE UU, con un beneficio de 2.750 millones de dólares, frente a los 648 millones de 2018. Además, en el mercado estadounidense lideró la adquisición del broker Amherst Pierpont por unos 600 millones de dólares (al cambio actual, unos 570 millones de euros).
El banquero ha liderado los sondeos previos para comprar Banamex