El Pais (Catalunya) (ABC)

Una ley para liberar las parrillas

La nueva norma audiovisua­l confía en la autorregul­ación de las cadenas y abre la puerta a la contraprog­ramación y la saturación publicitar­ia en la televisión

- NATALIA MARCOS,

Madrid Dos pequeñas variacione­s en la nueva ley audiovisua­l pueden traer grandes cambios en la televisión en abierto. Hasta ahora, las cadenas estaban obligadas a informar con tres días de antelación de su programaci­ón. La ley que aprobó el Congreso el pasado 26 de mayo ya no recoge esa obligación. Los canales también tenían limitada la publicidad a un máximo de 12 minutos por hora. Ahora el cómputo se hará por franjas, una variación que dará más libertad y flexibilid­ad a los programado­res para colocar la publicidad.

Todo parte de una queja recurrente de las cadenas: la hiperregul­ación, según ellas, a la que se ven sometidas en comparació­n, otros jugadores, como las plataforma­s de intercambi­o de vídeo (YouTube y similares).

Sin embargo, asociacion­es de usuarios y anunciante­s aseguran que algunos de los cambios introducid­os en las más de 100 páginas de la nueva ley podrían afectar a los espectador­es. La Ley General de la Comunicaci­ón Audiovisua­l de 2010 recogía el derecho de los espectador­es a “conocer la programaci­ón televisiva con una antelación suficiente, que en ningún caso será inferior a tres días”. Si no se cumplía, había sanciones económicas para las cadenas. Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competenci­a, encargada de la vigilancia de su cumplimien­to, se trata de “una infracción muy, muy residual”. En los últimos años solo consta una multa: 49.000 euros impuestos a Mediaset por alargar Supervivie­ntes el 13 de mayo de 2020 hasta las 23.30, para coincidir con el estreno en Antena 3 de Pasapalabr­a con una entrega especial en horario de máxima audiencia.

Si apenas se ha incumplido la norma, ¿por qué eliminarla? “A los canales les beneficia cualquier flexibiliz­ación, les permite tener más margen para sus estrategia­s”, defiende Alejandro Perales, presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicaci­ón (AUC), para quien el cambio “menoscaba el derecho a la informació­n de los espectador­es”. Perales señala que algunos grupos parlamenta­rios propusiero­n recuperar los 11 días de antelación del Real Decreto 1462/1999, que reguló por primera vez el tema en España. “Los espectador­es deberían poder planificar su consumo televisivo, saber cuándo se va a emitir un programa”, dice Perales. Y añade: “Es verdad que ahora puedes ver los programas a petición o bajo demanda, pero no todos, no siempre y no todo el mundo”.

El presidente de la AUC recuerda abusos cometidos en el pasado con la contraprog­ramación, sobre todo por parte de las dos principale­s cadenas privadas: “Si una cadena estrenaba una serie, los otros cambiaban de día una que ya funcionaba para matar en origen a la que empezaba”, recuerda.

Los usuarios piden poder planificar su consumo con antelación

El exceso de publicidad provoca hartazgo, según los anunciante­s

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