Kawhi Leonard: el mejor es un enigma
Kawhi Leonard es un jugador prodigioso y una persona enigmática. Rompe los estereotipos de las grandes figuras de la NBA, un club selecto al que, a punto de cumplir 28 años, se une definitivamente. Le avala ya su segundo título de campeón y su segunda designación como mejor jugador, MVP, de las finales. La primera fue en 2014, con los Spurs. Solo tenía 22 años y se convirtió en el mvp más joven desde Magic Johnson, que tenía 20 cuando lo obtuvo con los Lakers en 1980. Entonces, como ahora, impidió que sus rivales obtuvieran su tercer título consecutivo. Frustró entonces el objetivo de Miami Heat y LeBron James y frustra el de Stephen Curry y los Warriors ahora. Y se convierte en el primero que logra coronarse como el mejor de las finales en las dos Conferencias.
“Quería hacer historia aquí y eso fue lo que hice. Este equipo ya era talentoso sin mí. Entré con la mentalidad correcta. Le envié un mensaje de texto a Kyle [Lowry] después del primer día que me intercambiaron y le dije: ‘Salgamos y hagamos algo especial. Sé que tu mejor amigo se fue [DeRozan], sé que estás loco, pero vamos a hacer que esto funcione’. Y aquí estamos hoy”, explicó tras ganar el anillo con los Raptors.
Leonard, al que apodan The Claw (La Garra) por el enorme tamaño de sus manos, parecía llamado a ser la piedra angular sobre la que Gregg Popovich iba a prolongar las 20 temporadas de su equipo en las posiciones de privilegio en la NBA. Pero todo empezó a torcerse cuando, hace dos, en el primer partido de la final del Oeste precisamente contra los Warriors, se lesionó a consecuencia de una fea acción de Pachulia. No pudo jugar más en aquella final y los Spurs fueron barridos por 4-0. No parecía que la lesión en el cuádriceps derecho fuera tan grave como para que pasara lo que pasó la siguiente temporada. Volvió a las canchas el 12 de diciembre de 2017, jugó poco, solo nueve partidos y de manera intermitente, y desde el 13 de enero de 2018 no volvió a saberse más de él aquella temporada. Literalmente, no se comunicó con su equipo.
“Sé cómo me miraron”
Ni Popovich ni sus compañeros se explicaban qué extraño mal sufría para estar ausente tanto tiempo. Aquella lesión, y su tratamiento, propiciaron que sus relaciones con los componentes del equipo y la franquicia se tensaran. El entrenador llegó a contestar a los periodistas: “Si quieren respuestas, interroguen a su entorno”. Directivos