LISBOA, ¡QUE ME LA COMO!
Pescado fresco en un chiringuito, un mercado ‘gourmet’ y los chefs de la nueva cocina portuguesa. Lisboa y sus alrededores invitan a una gran fiesta gastronómica
Escapada gastronómica a la capital portuguesa y sus alrededores.
Todo cambia deprisa en una ciudad como Lisboa, donde el respeto por la cocina tradicional convive con la apertura de renovados negocios hosteleros. La iniciativa empresarial del chef José Avillez, que además de su
emblemático restaurante Belcanto (dos estrellas en la guía Michelin) gestiona otros cuatro locales con sello propio — Mini Bar, Pizzaria Lisboa, Cantinho do Avillez y Café Lis
boa—, parece vibrar en sintonía con otras propuestas a la última. “Hace tiempo que Lisboa dejó de estar dominada por las casas de comidas. Cada vez existen más locales que recuperan la tradición y la fusionan con sabores lejanos. La cocina portuguesa se muestra más abierta al mundo que nunca”, afirma el crítico gastronómico Miguel Pires. Algo lógico en una ciudad cosmopolita que aparte de un turismo creciente acoge a emigrantes chinos, indios, latinoamericanos y africanos que dejan sentir su influencia. En Lisboa conviven restaurantes multifuncionales como
SeaMe —que actúa de pescadería, alberga barra de sushi y prepara pescados a la brasa— junto a espacios de diseño tipo
By The Wine, ideales para compartir raciones con vinos por copas. ¿Cocina peruana? Notable la A Cevicheria de Kiko Martins. ¿Japonesa clásica? En Tomo. ¿Japonesa creativa de nivel? En Midori, dentro de Penha Longa Resort, donde se luce Pedro Almeida. ¿Marisquerías? Cervejaria Ramiro o Cervejaria da Esquina. ¿Restaurantes de base portuguesa
evolucionada? Tasca da Esquina, Salsa e Coentros y Solar dos Presuntos. ¿Cocina creativa? La que elaboran Joào
Rodrigues en Feitoria y, sobre todo, Leonardo Pereira en Areias Do Seixo, a una hora de Lisboa, el cocinero más rompedor en estos momentos.
En el mundo goloso, la ciudad es punto y aparte. Después de París, posiblemente Lisboa sea la urbe con mayor número de pastelerías y panaderías por habitante. Locales en los que el pastel de nata emerge como el dulce emblemático. Tampoco se debe olvidar que las sardinas constituyen un icono gastronómico de primer rango. A partir de junio se asan en cualquier rincón de sus empinadas calles, y ya en pleno verano se incluyen en los menús de los grandes restaurantes. Para disfrutar de las mejores puestas de sol junto al Tajo existen merenderos únicos, y para desayunar mirando al río, terrazas muy especiales. Lisboa es una fiesta a poco que se conozcan sus rincones.
RESTAURANTES, TASCAS Y BARES
Belcanto (Largo de São Carlos, 10. Teléfono: + 351 213 42 06 07). Cocina de inspiración local, de hechuras contemporáneas, que el gran cocinero José Avillez (dos estrellas Michelin) resuelve con técnicas modernas. Varios menús. Buena bodega y gran servicio. Entre 50 y 90 euros por persona Taberna da Rua Das Flores (Rua das Flores, 103. Lisboa. Teléfono: +351 213 47 94 18). No admiten reservas y siempre está lleno. André Magalhaes elabora una cocina viajera de múltiples influencias. Recetas locales y cosmopolitas de fondo casero. Salazones. Alrededor de 25 euros Tasca da Esquina (Rua Domingos Sequeira, 41 C. Campo
de Ourique. Teléfono: +351 210 99 39 39). “Sentimos el alma de Portugal”, afirma su patrón, el conocido chef Vítor Sobral. Cocina de base tradicional portuguesa, moderadamente creativa, en un ambiente desenfadado. Platos de bacalao, setas y cerdo. Menús con diferente número de tapas. ATira-te ao Rio (Rua do Ginjal, 69. Almada. Teléfono: +351 212 75 13 80). Merendero en la margen izquierda del Tajo. Ideal para cenar al aire libre. Arroces, calderetas y platos del día. Alrededor de 20 euros por persona Das Flores (Rua das Flores, 76-78. Lisboa. Teléfono: +351 213 42 88 28). Casa de comidas que se llena a diario con