Compartir antes que competir
Oier Altuna va a entrenar al Oberena, un club de fútbol de Pamplona. Como cada día. Es 31 de diciembre de 2008. Su coche choca contra un árbol. El estudiante, de 18 años, se queda en coma. Ha pasado casi una década. Ahora, Oier habla más despacio y se mueve de forma distinta: “Tuve que volver a aprender a hablar y a caminar. Fueron años muy duros de psicólogos, logopedas y rehabilitadores”, cuenta por teléfono. “Tengo una discapacidad física y psíquica. Pero jamás he dejado de pelear por mi sueño: ser futbolista”, asegura.
El pasado 6 de octubre, con 27 años, Oier se enfundó la camiseta del Osasuna con el número 7, se colocó el brazalete de capitán y viajó junto a su equipo hasta Vila-real (Castellón) para disputar la primera jornada de LaLiga Genuine. Una liga de fútbol para mayores de 16 años con una discapacidad intelectual a partir del 33% que LaLiga Profesional de Fútbol desarrolla a través de su fundación. Se trata de emular el mejor campeonato del mundo y abrirlo y adaptarlo a centenares de personas que sueñan y viven por ello.
El Nàstic de Tarragona propuso a LaLiga este proyecto que ejemplifica los auténticos valores del deporte: inclusión, ilusión, compañerismo y deportividad. Y la institución deportiva no dudó en ponerlo en marcha. Nàstic, Villarreal, Levante, Celta de Vigo, Mallorca, Valencia, Las Palmas, Osasuna, Reus, Atlético de Madrid, Córdoba, Girona, Rayo Vallecano, Espanyol, Real Sociedad, Athletic Club, Deportivo de La Coruña y el Huesca, en total 18 clubes, dieron el sí y cada uno conformó un equipo. Su primera jornada fue más que un acontecimiento futbolístico: una fiesta, una celebración. Los resultados quedaban en un segundo plano. Se trataba de “compartir antes que de competir”, como proclama su eslogan. Hoy 360 personas juegan en LaLiga Genuine.
Para Oier fue un sueño hecho realidad. Volver a lucir el número de su equipo. El 7, que lleva tatuado en la espinilla. “Soy ambidiestro, juego igual de mal con las dos piernas”, bromea. Perdieron los dos primeros partidos, que en esta liga duran 40 minutos divididos en cuatro partes. “Pero ganamos el último. Y lo más importante fue el ambiente, muy emocionante”, afirma. No todo gira alrededor del fútbol para él. Oier es limpiador en una fábrica de pienso. En casa, ante el televisor, no se pierde ni la fórmula 1 ni las motos.
Detrás de cada uno de estos jugadores hay un ejemplo de esfuerzo y superación. Como el de Oier. O como el de Senén Fernández, gallego de 29 años. Su discapacidad psíquica no le ha impedido realizar trabajos de encuadernación y papelería en la Fundación Adcor o convertirse en el capitán del Deportivo de La Coruña. Su madre, que consiguió que fuera al colegio con todos los demás niños del barrio, le enseñó a luchar desde pequeño. “Quería jugar al fútbol y he llegado a defender la camiseta de mi equipo”, dice. “La primera jornada fue inolvidable, llena de ilusión y compañerismo. Además, marqué un gol”, recuerda entre risas.
Las próximas jornadas de LaLiga Genuine serán en Tarragona (del 19 al 21 de enero), en Mallorca (del 13 al 15 de abril) y, por último,
en Vigo (del 8 al 10 de junio). Los equipos juegan en cada una de ellas tres partidos en modalidad Fútbol 8 (siete jugadores más el portero). Olga de la Fuente, directora de la Fundación de La Liga, está convencida de que se unirán más clubes en futuras ediciones. “La experiencia está siendo muy gratificante. Nuestra meta es que todos los clubes cuenten con un equipo en LaLiga Genuine porque es una iniciativa que potencia los auténticos valores del deporte”, asegura. Los participantes también compiten en la clasificación Fair Play, la cual premia el juego limpio de cada equipo y está condicionada por la actitud de jugadores y entrenadores. El equipo técnico es parte esencial de este proyecto. Y, según cuenta uno de los entrenadores, Marcelo Scazziota, su labor en el Mallorca de LaLiga Genuine le está haciendo vivir sensaciones que recomienda a todos. “He descubierto un mundo nuevo que ha llenado un vacío que tenía. El compañerismo entre ellos es diferente y estos chicos no dejan de sorprenderme cada día”, explica. Marcelo entrenaba en Argentina a categorías bases del Boca Junior, uno de los clubes más importantes del país. Hace 15 años viajó a España y hace tres se vinculó a la Fundación Mallorca, que cuenta con cuatro escuelas con más de 60 chicos y chicas con discapacidad. “Cada jornada llevaré a 16 jugadores diferentes para que todos puedan participar. Estamos rebosantes de ilusión”, asegura.
Educación en juego limpio
En el fútbol profesional, la violencia entre aficionados o contra los árbitros, los cánticos y gritos racistas, los insultos… ensucian el juego. Y la Fundación de LaLiga considera que para acabar con esas situaciones hay que educar a los más pequeños en deportividad y tolerancia. Futura Afición se llama el proyecto en el que ya han participado 7.000 alumnos y alumnas de 4º, 5º y 6º de Primaria. Cualquier centro educativo puede apuntarse en su página web (www.futuraaficion.com).
A través de talleres y actividades formativas se desarrolla la capacidad de los niños y niñas para expresar y controlar las emociones e identificar actitudes violentas en el fútbol. Como broche final, juegan un partido, poniendo en práctica todo lo aprendido. La directora de la Fundación de LaLiga, Olga de la Fuente, asegura que a esta edad son muy receptivos. “Es prioritario erradicar la violencia en el deporte en todas sus manifestaciones”, dice.
Estos dos proyectos, que se enmarcan en las acciones de Responsabilidad Social Corporativa ( RSC) de LaLiga, tienen un reto
La meta es que todos los clubes profesionales cuenten con un equipo en este torneo (ahora son 18)
01 _ Saludo de los jugadores del Osasuna y el Levante.
02 _ Últimas indicaciones tácticas al Córdoba antes del partido.
Futura Afición es el proyecto que se ha creado para educar a los más pequeños en deportividad y tolerancia
común: “No solo ser la mejor competición del mundo en lo futbolístico, también en lo social”, en palabras de Olga de la Fuente.
La fundación canaliza algunos de los múltiples programas del plan director de RSC de LaLiga, cuya inversión anual supone un 4% de los 62 millones de euros que invierte en su conjunto en iniciativas de ámbito solidario y comunitario.