Un país sin camiseta
Irán no consiguió patrocinador para Rusia 2018. Es el único país del mundo que prohíbe a las mujeres ir a los estadios de fútbol. El sorteo del Mundial truncó sus ilusiones. “Nos ha tocado el grupo de la muerte”, resume un aficionado.
La pasión de los iraníes por el fútbol ha hecho que se les califique como “la nación más futbolera de Asia”. La mejor prueba es el derbi de Teherán entre los equipos capitalinos Persépolis y Esteghlal, que atrae a cerca de cien mil espectadores al estadio Azadi, el mayor del país, construido en 1974 por la monarquía del sah. Tras la decepción causada por el sorteo para la Copa del Mundo, del cual salieron como uno de los equipos más desfavorecidos, los iraníes confían en su selección para lograr una representación digna en Rusia.
“Algunos dicen que nos ha tocado el grupo de la muerte. No me gusta este nombre. Digo que vamos a jugar ante los mejores y hay que disfrutarlo”, declara con entusiasmo Pouria Hosseini, un hincha del Persépolis, al salir del Azadi tras haber celebrado junto a otros sesenta mil forofos un partido de su equipo favorito en la liga iraní.
“Nos ha tocado un grupo muy difícil. Las otras tres selecciones eran de las mejores. Tiene sus ventajas e inconvenientes. Selecciones como España, incluso con su segundo equipo, en teoría pueden ganarnos; pero, por otro lado, ha bajado mucho el nivel de las expectativas de la gente, ya no les exigen la victoria, así que los jugado-
“El fútbol ocupa la mayor parte del tiempo libre.
Navad, un programa deportivo, recibe una media de 2,5 millones de SMS por emisión”.
res no estarán bajo tanta presión”, explica Adel Ferdowsipour, el reportero más famoso del fútbol en Irán. Ferdowsipour presenta y produce Navad (Noventa en persa), un programa semanal de fútbol de la televisión iraní, que es el más popular del país asiático y recibe un promedio de 2,5 millones de SMS durante las encuestas de cada emisión, aunque en días clave ha llegado a recibir más de seis millones.
Carlos Queiroz, el portugués que entrena a la selección iraní, tampoco pudo ocultar su disgusto tras el sorteo. “No estoy contento de estar en un grupo con España y Portugal […] No cabe duda de que, salvo que cometan un gran error, se clasificarán para los octavos”, declaró el seleccionador.
“Irán llegó al Mundial de Rusia sin una sola derrota. Tenemos una selección sólida”, confía Hamed Mostofi, que ha acudido al estadio junto a su hijo Saman, estudiante de Química. “Si no nos hubiera tocado este grupo, esta vez podríamos llegar a los octavos”, añade el joven.
Muchos aficionados iraníes comparten el mismo punto de vista. Señalan que el trabajo del entrenador luso ha marcado un antes y un después en la historia del fútbol de Irán. “Hace siete años que Queiroz dirige nuestra selección y ha puesto fin a la jugadorcracia, un error muy arraigado en nuestro fútbol que lo lastró durante décadas. Él ha moldeado una táctica clara para la selección, algo como lo que Simeone ha hecho en el Atlético de Madrid. No hay que olvidar que Irán no encajó ni un solo gol durante 12 partidos consecutivos en la campaña de la clasificación al Mundial”, subraya Ferdowsipour.
Aun así, la selección iraní sigue sufriendo la mala gestión de las autoridades y por eso no ha conseguido un patrocinador para el Mundial de Rusia. La federación del fútbol tuvo que comprar las camisetas, un hecho muy criticado tanto en los medios como en las redes sociales.
“Irán fue el segundo equipo clasificado para el Mundial [después de Brasil] y la federación tuvo suficiente tiempo para encontrar un buen patrocinador y presentar una camiseta digna”, recuerda indignado Parviz Salemi, dependiente de uno de los locales del Gran Bazar de Teherán. Su amigo Saeed añade que “cuando Team Meli [ el nombre persa de la selección iraní] tiene partidos importantes, el bazar casi se cierra, la ciudad se queda desierta. [Los responsables] tendrían que respetar más este entusiasmo de la gente”.
La televisión estatal también contribuye a la popularidad de los eventos del rectángulo verde emitiendo gratis casi todas las ligas de prestigio. Muchos iraníes opinan que a falta de muchas oportunidades para divertirse, el fútbol ocupa la mayor parte de su tiempo libre.
Ferdowsipour recuerda que “en 1998, tras la clasificación milagrosa de Irán para el Mundial de Francia en la repesca de Melbourne ante Australia, la popularidad del fútbol se duplicó, ya que las mujeres iraníes también quedaron fascinadas por la magia y la emoción de este deporte, y este entusiasmo hoy en día se refleja en el reciente campeonato de la selección femenina del fútbol sala en Asia”.
Sin embargo, Irán es el único país del mundo donde no se permite a las mujeres asistir a los estadios, después de que su vecino y rival Arabia Saudí levantara recientemente la prohibición. “Me encanta el fútbol y en especial la liga de España, y uno de mis sueños es ver un partido de cerca, pero resulta contradictorio que el primer estadio de fútbol que haya visitado sea el Santiago Bernabéu durante un viaje por España”, lamenta Shirin, una joven ingeniera civil que confiesa que no se atreve a colarse en los estadios disfrazada de hombre.
“Los Mundiales son una oportunidad de oro para que los países den una imagen más real de su gente, lejos de los alborotos políticos”, opina Shirin, que confía en que la selección iraní volverá del Mundial con orgullo. “No podemos compararnos con España o Portugal, pero los mundiales siempre han sido grandes cajas de sorpresas”, sostiene sonriente Ferdowsipour.