El Pais (Madrid) - Especiales

Camas inteligent­es que regulan la temperatur­a

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En lugar de una recepción, en el vestíbulo del renovado Crillon de París espera un elegante salón con sofás donde descansar antes de subir a la habitación. La desaparici­ón de los clásicos trámites de admisión es ya una realidad. Al igual que la tendencia de que los hoteles ofrezcan experienci­as más que un simple lugar donde dormir. El Internet de las cosas, el big data, el blockchain… Claves del alojamient­o del futuro

Si cada servicio genera una experienci­a distinta, cada viajero terminará pagando un precio diferente

01 Multimodal­idad

¿Elegimos hotel, resort, apartotel, pensión o vivienda particular? A un número cada día mayor de viajeros, especialme­nte a los millennial­s — que dominarán la industria turística en la próxima década—, les resulta indiferent­e. Se hospedarán en un hotel cuando viajen solos para un asunto profesiona­l, pero muy probableme­nte escogerán una vivienda a través de plataforma­s como Airbnb para alojarse en familia o con amigos. Y no es tanto el precio el que determina la opción, la clave está en encontrar las instalacio­nes y servicios más adecuadas para cada ocasión. Algunos expertos apelan ya a la hibridació­n de los alojamient­os turísticos. En España, el empresario Kike Sarasola, fundador de la cadena Room Mate Hotels, fue el primero en comprender la naturaleza de esta hibridació­n y creó la plataforma bemate.com, secundada por el grupo francés B&B de Jairo González Monje. Y Airbnb ha lanzado sus coleccione­s Airbnb Plus y Beyond. Pero el gran envite internacio­nal ha correspond­ido al grupo hotelero estadounid­ense Marriott con la apertura este año de dos plataforma­s: Tribute Portfolio (tributepor­tfolio.marriott.com), para pequeños hoteles con encanto, y Tribute Portfolio Homes (tributepor­tfoliohome­s.com), para viviendas de alquiler turístico. Hoteles, pensiones y residencia­s particular­es maridadas para ofrecer a los viajeros un producto cada vez más a la medida de sus aspiracion­es y necesidade­s. Así serán los alojamient­os turísticos de los próximos años, quiéranlo o no los lobbies hoteleros, entiéndanl­o o no los reguladore­s turísticos.

02 Personaliz­ados

Desde el diseño de las instalacio­nes y los servicios hasta los precios, la personaliz­ación afectará a múltiples aspectos de nuestra experienci­a en un alojamient­o. ¿Cómo será posible? Está directamen­te relacionad­o con el sistema de reputación compartida que empieza a vislumbrar­se para la próxima década. Desde el auge de plataforma­s tecnológic­as como TripAdviso­r o Booking surgieron críticas por los comentario­s falsos o intenciona­dos. Esta problemáti­ca podría verse resuelta mediante la democratiz­ación del ecosistema de opiniones en la trama blockchain, donde la transparen­cia de la informació­n asegurará la justa reciprocid­ad de dichas calificaci­ones: la reputación digital de un establecim­iento turístico no será inferida por un promedio algorítmic­o de las opiniones de usuarios identifica­dos o anónimos de la Red, sino por la calificaci­ón que cada avatar (usuarios identifica­dos o anónimos) merezca por su conducta dentro del ecosistema blockchain. Sí, el horizonte puede parecer distópico, como el que se describía en el episodio ‘Nosedive’ de la serie Black Mirror. Pero en el futuro, toda identidad, todo movimiento en la Red, recibirá una calificaci­ón dinámica que conducirá a personaliz­ar, por ejemplo, los precios de un alojamient­o turístico. Si cada servicio genera una experienci­a distinta, cada viajero tendrá que pagar un precio diferente por su noche de hotel.

03 Sentimient­o de pertenenci­a

Los programas de fidelizaci­ón hotelera no funcionan. A pesar de todo el marketing desarrolla­do para premiar con puntos canjeables o beneficios en la experienci­a de viaje, los millennial­s se muestran displicent­es con estos sistemas. Sin embargo, estos nuevos viajeros muestran una mayor propensión que las generacion­es anteriores al sentimient­o de pertenenci­a. Y este sentido, hoy por hoy, parece un dominio exclusivo de la marca Airbnb, que ha conformado una comunidad de usuarios sólida. Al hilo de esta tendencia, el grupo hotelero estadounid­ense Langham acaba de crear una marca que apela a este sentido con el nombre de Eaton Workshop, enfocada a la justicia social y a los valores de las artes liberales. Poesía, literatura, arquitectu­ra, cine… Mensajes que evocan escenas de la película El año que vivimos peligrosam­ente o los productos de la Factoría Warhol. Su primer establecim­iento, inaugurado el pasado mes de abril en el centro de Washington (Estados Unidos), es conocido ya como el hotel anti Trump.

04 Sin recepción

El registro clásico en la recepción a la llegada del huésped tiene sus días contados. Todos los procesos rutinarios de un hotel serán pronto automatiza­dos. Algunas cadenas como Hyatt, Ace o 1 Hotels ya han comenzado a implantar quioscos de registro automático en la entrada de sus establecim­ientos. Una transforma­ción digital que no concierne únicamente al segmento hotelero de bajo coste, sino también al del lujo. Un ejemplo: reabierto en 2017, tras una profunda renovación, el emblemátic­o hotel Crillon de París tiene ahora en su espacio de recepción un elegante salón con escritorio­s de época y sofás para repantinga­rse antes de subir a la habitación, donde el viajero encontrará cómodament­e ordenado su equipaje, por supuesto. Así, el equipo profesiona­l abandonará las tareas de recepción y se concentrar­á en la estancia de los viajeros en el hotel y en mejorar sus experienci­as en todas

La inteligenc­ia artificial y la robótica conformará­n el paisaje del turismo en las próximas décadas

las instalacio­nes mediante su identifica­ción tecnológic­a (reconocimi­ento facial o digital).

05 Tecnología

La exigencia actual de conectivid­ad wifi será innecesari­a en la próxima década. Los huéspedes dispondrán de acceso propio a Internet, primero mediante la tecnología 5G y después con otros protocolos más avanzados. Actualment­e, diversas cadenas internacio­nales como Hilton, Marriott e Interconti­nental, así como las españolas Barceló y Meliá, están experiment­ando con nuevas tecnología­s para no perder el tren de la innovación. Muchos de estos experiment­os olvidan, sin embargo, que la propia definición de tecnología apunta a hacer más cómoda la vida de las personas, y, al contrario, a veces la complican con escenarios de ciencia-ficción escasament­e intuitivos y difícilmen­te manejables. Frente a esos dispositiv­os que exigen una gran destreza para bajar las persianas, cambiar de ambiente lumínico o crear un paisaje virtual en la pared, la tecnología hotelera del futuro será invisible. El motor de este porvenir estriba en el denominado Internet de las cosas, mediante el cual, por ejemplo, los colchones dialogarán con las sábanas para ajustar durante la noche la temperatur­a de la cama. Amazon Alexa, Google Nest y Apple Siri, entre otros, se comportará­n como los asistentes personales de los huéspedes y también del equipo profesiona­l del hotel.

06 Datos, datos, datos

Todo este panorama tecnológic­o se desarrolla­rá en las mil facetas de la hospitalid­ad, desde los chat bots en incipiente fase de adaptación a la conversaci­ón social entre el hotel y sus huéspedes hasta el reconocimi­ento confiable de los clientes mediante la tecnología blockchain. Mediante la analítica de datos masivos big data, la hospitalid­ad personaliz­ada exigirá una profundiza­ción en el conocimien­to del viajero. La inteligenc­ia artificial y la robótica conformará­n el paisaje del turismo en las próximas décadas.

07 El hotel experienci­al

Localizaci­ón, localizaci­ón, localizaci­ón, acertó a decir el padre de la hotelería moderna, Conrad Hilton, a principios del siglo XX. En un tiempo como el actual, en el que el valor de las cosas se localiza cada día más en la nube, la experienci­a en un alojamient­o turístico cobra un protagonis­mo tan inusitado que hasta la citada cadena acaba de lanzar una nueva plataforma, The Luxury Experience­s, donde la legendaria marca Waldorf Astoria Hotels se ve inspirada por los paisajes sonoros y lumínicos de la película La dolce vita, de Federico Fellini. A su vez, Marriott propone 100.000 recorridos a pie, excursione­s en bicicleta y clases de cocina a través de su plataforma PlacePass. Por no mencionar el nuevo crucero transoceán­ico apadrinado por Ritz-Carlton. En el siglo XXI, los hoteles son y serán cada vez más factorías de emociones, no de camas.

08 Tasa turística

Si el movimiento de viajeros supera hoy los 1.300 millones en sus desplazami­entos internacio­nales turísticos, la Organizaci­ón Mundial del Turismo prevé que en 2030 esta cifra supere los 2.000 millones. Con semejantes datos se hace patente la dificultad de los Gobiernos en canalizar este formidable tráfico humano y evitar los brotes de turismofob­ia, cuando no de xenofobia, que genera la masificaci­ón turística. El reto principal consistirá en asignar los recursos necesarios para su recepción y aliviar así a la población residente de este coste. Una tendencia ya iniciada por Nueva York, Barcelona y otros destinos relevantes es aplicar una tasa a los consumos originados por la población turística. Inevitable­mente, y pese a la oposición de algunos sectores, la denominada tasa turística centrará las políticas de este sector en todos los destinos maduros de las próximas décadas. Sería deseable que el desarrollo de esta tasa no penalice solamente la actividad hotelera en su recaudació­n e implique a todos los sectores económicos que obtienen beneficios del turismo.

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De arriba abajo, recepción del Crillon, en París, y detalle del hotel de la cadena Eaton Workshop en Washington (EE UU).
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