Grupo Menarini
Mejorar la vida del barrio día a día
Antes de mirar al horizonte, Grupo Menarini España prefiere bajar la mirada a lo que le rodea. El Barrio de Sant Roc, en Badalona, donde está sita la sede de la compañía. Lo hace porque a pie de calle sobran los problemas que atajar. Según una clasificación de la Consejería de Salud de la Generalitat, Sant Roc acoge a la población más pobre de Cataluña, con un grado muy alto de analfabetismo y aquejada de graves disfunciones en su dieta alimentaria, con la diabetes como uno de los factores de máximo riesgo.
Esta farmacéutica italiana, presente en España desde 1961 y con una plantilla de más de 750 personas en el país, decide centrar su responsabilidad corporativa mejorando lo inmediato. La mayoría de sus proyectos de responsabilidad social corporativa (RSC) se desarrollan para mejorar la vida de los vecinos de Sant Roc y en colaboración con instituciones que comparten este mismo propósito. “Este es un barrio complicado. Hay pobreza, delincuencia, hay niños que no pueden hacer las tres comidas diarias. Si nosotros estamos aquí, no podemos dar la espalda a lo que nos encontramos al cruzar la calle”, afirma Mònica Moro Mesa, responsable de comunicación,
ebusiness y RSC de Menarini España. Una de las acciones estrella va al son de los ritmos vibrantes del góspel. El pasado 27 de febrero, en el Auditorio de Barcelona, se celebró la segunda edición de Notes Solidàries per Badalona, un concierto solidario promovido por Grupo Menarini. Sobre el escenario, el Cor de Góspel Sant Cugat, bajo la dirección de Erwyn Seerutton y el cantante de afrosoul camerunés Emmanuel Pi Djob, que saltó a la fama gracias al programa televisivo La voz. La iniciativa logró 50.000 euros, destinados a potenciar la labor social de la Fundación Ateneu Sant Roc y del Institut Guttmann, uno de los centros hospitalarios de neurorrehabilitación más reputados de Europa. Josep María Ramírez, director gerente de la Fundació Institut Guttmann, destacó la valía del evento para la institución que dirige: “Con esta iniciativa podemos seguir avanzando en la investigación de nuevas técnicas para lograr la rehabilitación de nuestros pacientes, además de poder brindar una atención más personalizada y humana gracias a la colaboración solidaria de todos”.
Desde el concierto, Salvador Pons, director general de Grupo Menarini España, subrayó esta necesidad de velar por lo próximo y devolver a la sociedad en la que una empresa está integrada: “No podemos entender el trabajo diario sin incluir un retorno para la sociedad y forma parte de nuestra filosofía hacerlo en Badalona, porque nos acoge desde hace muchos años y porque vivimos de cerca la realidad de la ciudad”. Los artistas también celebraron la
LOS EMPLEADOS DE GRUPO MENARINI Y SUS FAMILIARES PARTICPAN COMO VOLUNTARIOS EN LAS ACCIONES SOCIALES QUE DESARROLLAN EN BADALONA
importancia de la acción, porque les daba la ocasión de usar su talento para algo más que entretener: “Una de las motivaciones de nuestro coro es poder usar la música para mejorar nuestro entorno. Este concierto nos da una oportunidad inmejorable”, declaró Erwyn Seerutton, director del Cor de Góspel Sant Cugat.
Pero además de los artistas, el evento tuvo el impacto logrado (más de 1.600 asistentes) gracias también a la acción espontánea de los jubilados del Grupo Menarini. Armados con pasquines, y acompañados por el director general del grupo, los voluntarios y jubilados de la empresa empapelaron Badalona para lograr que el concierto fuera un éxito. “Es una de las cosas que más nos enorgullece, que lo hacemos 100% con voluntarios de la empresa. El propio día del concierto, los chavales que ayudaban a entregar los programas y dirigir a la gente a sus butacas eran hijos de trabajadores. Recibieron una ovación antes de empezar el concierto”, recuerda Victor Vegas, periodista del departamento de comunicación de Menarini.
Además de los asistentes al concierto, 54 empresas contribuyeron con un donativo a la causa. Salvador Pons, director general de Menarini, destacó la creciente consolidación del evento: “Una vez más hemos de sentirnos orgullosos del gran trabajo realizado por todas aquellas personas, empresas y entidades, que han participado y colaborado para lograr superar el éxito de la edición anterior, y continuar con el desarrollo de proyectos sociales que buscan mejorar la calidad de vida de las personas que más lo necesitan”.
Otra de las acciones clave del último año fue la recaudación de casi dos toneladas de comida (1.984 kilos) a través de la Fundación Banco de Alimentos de Barcelona. Conservas de pescado, leche, leche maternizada, carne y legumbres fueron los productos más repetidos en la recogida. La estrategia digital jugó un papel esencial, ya que el sistema de donaciones por Internet logró mejorar la acción radicalmente respecto a la metodología anterior. La web permitía, además, que el donante eligiera exactamente a qué quería dedicar su donativo, escogiendo los alimentos de la cesta patrocinada entre las categorías propuestas.