De Costa Rica a Brasil, 10 paseos de altura entre las copas de los árboles
Volar en tirolina a través de la espesura amazónica, caminar por puentes colgantes entre ramas a 40 metros de altura o adentrarse en la espesa niebla de un bosque lluvioso. De Belice a Chile, 10 aventuras muy verdes en Latinoamérica
01 Sacha Lodge (Ecuador)
Caminar por encima de la selva amazónica Pasear sobre el dosel arbóreo de la selva amazónica ecuatoriana brinda uno de los momentos más emocionantes a quienes visitan Sacha Lodge, una reserva privada a 80 kilómetros de navegación por el río Napo desde Puerto Francisco de Orellana. Ubicado a orillas de la laguna de Pilchicocha, cuenta con un espectacular puente suspendido de 300 metros de largo y 36 de altura que proporciona una panorámica cenital de la frondosidad selvática. Un paraíso para ornitólogos, la reserva ha instalado una plataforma de observación en las ramas superiores de un ceibo gigante, a 43 metros del suelo. sachalodge.com
02 Bosques del Samán (Colombia)
Sobre los cafetales Pocos paisajes moldeados por la mano del hombre fascinan tanto como el del llamado triángulo del café, que se extiende por las regiones colombianas de Caldas, Risaralda y Quindío, al oeste del país. Hectáreas y hectáreas de verdes y ondulantes plantaciones que la finca Bosques del Samán, junto al valle del Cauca, invita a contemplar de una forma muy especial: volando sobre ellas en un circuito de tirolinas de hasta 400 metros de largo que se elevan hasta 70 metros de altura sobre cafetales bordeados de guaduales —una especie de bambú— y cultivos de plátanos.
bosquesdelsaman. com
03 Huilo Huilo (Chile)
Días y noches entre las ramas La reserva biológica de Huilo Huilo, al pie del volcán de Mocho-Choshuenco, en la región chilena de Los Ríos, fue creada en 1999 para la conservación de unas 100.000 hectáreas de bosque nativo, reenfocando la tradicional explotación maderera hacia el turismo sostenible. Entre sus actividades destaca el Vuelo del Cóndor, un circuito de tirolinas que se deslizan entre las copas de árboles que alcanzan los 40 metros de altura. Además, se puede dormir en la Canopy Village, formada por cabañas instaladas entre las ramas. huilohuilo.com
04 Pino Dulce (Guatemala)
Puentes de vértigo en un bosque centenario Disfrutar del bosque para protegerlo. Esa es la propuesta del parque ecológico Pino Dulce, ubicado a unos 2.000 metros de altitud en una región montañosa de la provincia de Jalapa, a unos 90 kilómetros de la capital guatemalteca. Y entre las actividades que ofrece esta reserva de 42 hectáreas de extensión a sus visitantes se encuentra una ruta que, combinando tirolinas y puentes colgantes, recorre la diversidad arbórea de sus dos ecosistemas principales (bosque húmedo montano bajo y bosque húmedo subtropical). pinodulce.com
05 Mayan Sky Canopy (Belice)
En territorio garífuna La cuenca del río South Stann Creek —Gumagarugu en lengua garífuna, principal etnia local—, en las estribaciones orientales de los Montes Mayas, al sureste de Belice, se ha convertido en un terreno de aventura en plena naturaleza. Integrada en la reserva natural de Cockscomb, que acoge el primer santuario de jaguares salvajes del mundo —así como una gran diversidad de aves exóticas como el guacamayo rojo—, un circuito de tirolinas (no apto para menores de siete años) invita a adentrarse en la espesura de la jungla. mayanskybelize.com
06 Reserva Inkaterra (Perú)
Un paseo panorámico por un entorno lluvioso La reserva amazónica Inkaterra se sitúa a una hora de travesía fluvial de Puerto Maldonado, junto al parque nacional de Tambopata. Sus 17.000 hectáreas ofrecen un valioso espacio de biodiversidad, con más de 500 especies de aves —guacamayos azulamarillos y escarlatas, tucanes, trogones— que pueden observarse desde su Canopy Walkway: un paseo de hora y media sobre la bóveda amazónica, con puentes colgantes, plataformas y torres de observación a casi 30 metros del suelo. inkaterra.com