La multimillonaria aguja de Pfizer
Solo la historia es capaz de introducir la aguja debajo de la epidermis e ir más allá de lo aparente. En este caso: “tener o no tener recursos”. “La respuesta de Europa a la peste negra fue un pánico generalizado, superstición y caos, y se caracterizó por una devastación tal que todavía resuena a través de los siglos y persigue a la sociedad contemporánea”, explica el doctor Osman Dar, consultor de salud global del Sistema Público de Inglaterra. “En cambio, la misma peste afectó a Asia Central y a Oriente Medio y, aunque causó muertes y una destrucción generalizadas, la sociedad más ordenada de la época en esos lugares, las protecciones sociales, como la alimentación, la asistencia sanitaria y la vivienda, ofrecidas por unas instituciones más fuertes y una respuesta más cohesionada, hicieron que, en general, esas zonas se vieran menos afectadas”. Ahora nos enfrentamos a otro “tener o no tener”. La farmacéutica Pfizer podría volver a conseguir beneficios récord el año que viene con su vacuna. Este ejercicio, espera ganar la ingente cantidad —acorde con The New York Times— de 36.000 millones de dólares (31.100 millones de euros). Y tiene acuerdos por 29.000 millones para proporcionar 1.700 millones de inyecciones en 2022. La empresa asegura que a los países en vías en desarrollo y pobres les vende la vacuna con descuento. Pero muchos no pueden comprar esas dosis directamente y dependen de Estados Unidos, otros países ricos o del programa Covax de las Naciones Unidas. ¿Esto significa ser una compañía en el siglo XXI? “Mientras no esté vacunada la totalidad de la población del mundo, la crisis económica seguirá activa”, alerta Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI). ¿Un drama? “En España, la gente ha aceptado con bastante tranquilidad los efectos económicos de la pandemia”, defiende el eminente jurista Antonio Garrigues Walker. Pero España no es el mundo... pobre.