El Pais (Madrid) - Especiales

Menos accidentes y residuos: así son las nuevas fábricas

- Por Beatriz Triper

Telefónica Tech contribuye a implantar en las empresas soluciones basadas en 5G, internet de las cosas, big data o inteligenc­ia arti̥cial. El objetivo es crear entornos de trabajo resiliente­s, ̦exibles, competitiv­os y más seguros.

Corría el año 1999 cuando el Matrix de las hermanas Lana y Lilly Wachowski nos mostraba en la gran pantalla un universo de realidades paralelas creadas a partir de una lluvia de datos y controlada­s desde el mundo real. Lo que parecía una profecía se ha convertido en algo tangible y necesario para la competitiv­idad de las empresas y, por extensión, de las economías mundiales.

Aunque la crisis sanitaria ha acelerado la transforma­ción digital, según la última Encuesta sobre el uso del TIC y el comercio electrónic­o en las empresas elaborada por el INE, aún queda mucho camino por recorrer. Pese a que su uso se incrementó 10,9 puntos entre 2020 y el primer trimestre de 2021, el internet de las cosas solo es utilizado por el 27,7% de las compañías. En el caso de la inteligenc­ia artificial, la cifra se reduce al 8,3%. Porcentaje­s singularme­nte bajos si tenemos en cuenta que, de acuerdo con un estudio elaborado por McKinsey, el 96% de las empresas que habían adoptado alguna de las tecnología­s de la Industria 4.0 con anteriorid­ad a la pandemia afirman que pudieron enfrentars­e a esta contingenc­ia con mayores garantías y que un 94% considera que este tipo de soluciones facilita el ejercicio de su actividad.

Procesos eficientes y seguros

“El desarrollo e implementa­ción de nuevas tecnología­s (5G, edge computing, internet de las cosas, big data, inteligenc­ia artificial, blockchain…) permite crear fábricas inteligent­es en las que los procesos productivo­s son más eficientes

y seguros”, explica Andrés Escribano, director de Nuevos Negocios e Industria 4.0 de Telefónica Tech. Asimismo, “la incorporac­ión de sensores en las máquinas para obtener datos que ayuden a mejorar los procesos y el análisis de estos datos ayuda a tomar mejores decisiones, a reducir los costes y a aumentar la rentabilid­ad de las empresas”.

Combinar herramient­as como el 5G, el edge computing y la inteligenc­ia artificial permite, entre otras cosas, desarrolla­r gemelos digitales o, lo que es lo mismo, clonar entornos de trabajo en el ciberespac­io donde se unen el mundo físico y el virtual. Con ello, las empresas disponen de un banco de pruebas en la nube sin compromete­r el funcionami­ento de la cadena de producción. Se minimiza así la posibilida­d de error, se dota de flexibilid­ad a los procesos y se optimiza la toma de decisiones, “aumentando la resilienci­a de las empresas y la manera de hacer frente a los retos que desafiarán a la humanidad durante las próximas dos décadas”.

Descarboni­zación

Ganar eficiencia y mejorar la competitiv­idad no son las únicas ventajas de la Industria 4.0 y las fábricas inteligent­es. En un momento en el que el cambio climático se ha incorporad­o como prioridad en las estrategia­s de los negocios, las nuevas soluciones tecnológic­as contribuye­n a descarboni­zar la economía. Además, se impulsa un modelo social más sostenible al facilitars­e la adaptación de las fábricas al entorno en el que se ubican y en el que pueden ejercer como motor de cohesión. Por ejemplo, los proyectos de asistencia remota en operacione­s complejas disminuyen los desplazami­entos, lo que mejora la eficiencia, contribuye a la sostenibil­idad y reduce el tiempo de respuesta.

Si bien el internet de las cosas es el primer paso hacia la Industria 4.0, ya que permite el acceso de las empresas al big data –el oro del siglo XXI–, la inteligenc­ia artificial es la tecnología clave en las fábricas inteligent­es. Además de disminuir los errores en las tareas repetitiva­s y estar disponible las 24 horas los siete días de la semana, es una palanca para la recualific­ación de los trabajador­es. “La inteligenc­ia artificial posibilita la robotizaci­ón inteligent­e de las industrias y contribuye a que los trabajador­es dejen de hacer tareas repetitiva­s para enfocarse a otras de mayor valor añadido”, comenta Escribano. “El despliegue de robots, como los AGVs (vehículos de guiado automático) o drones generan soluciones innovadora­s de mantenimie­nto predictivo, vigilancia e inspección en las fábricas, acortando los tiempos de ejecución y reduciendo los riesgos para los humanos”, subraya este especialis­ta.

A todo lo anterior hay que añadir las nuevas oportunida­des de negocio que abre la incorporac­ión de las nuevas tecnología­s en el sector industrial. Por ejemplo, el 5G hace posible conectar sistemas de producción y maquinaria de alto rendimient­o, lo que facilita el uso de la robótica avanzada y la realidad aumentada, virtual e híbrida, ya que ofrece la velocidad necesaria para transmitir todos los datos sin apenas latencia ni congestión.

Avanzar en la Industria 4.0 contribuir­á al crecimient­o económico y mejorará el estado de bienestar. Según el Plan de Digitaliza­ción 2025 de CEOE, si España escalase cuatro puestos -del 11 al 7- en el índice DESI (Digital Economy and Society Index) que elabora la Comisión Europea, el PIB se elevaría un 3,2% por encima de las previsione­s actuales. Además, la tasa de crecimient­o real de la economía española se elevaría un 40% y se crearían unos 250.000 empleos netos adicionale­s.

“La inteligenc­ia artificial permite que los robots realicen las tareas más repetitiva­s mientras los humanos se dedican a otras de mayor valor añadido” (Andrés Escribano. Director de Nuevos Negocios e Industria 4.0 de Telefónica Tech)

Lejos de destruir puestos de trabajo, las nuevas tecnología­s generan empleo industrial de mayor valor.

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