JÓVENES BAJO un MUNDO de BIODIVERSIDAD
Muchas empresas sienten que descifrar a la juventud actual resulta más complejo que entender el manuscrito Voynich. No. Es igual que un programa de radio: tiene que sentir que hay alguien que hable para ellos. La consultora KPMG incorpora al año unos 800 profesionales. La mayoría, jóvenes. En el último trimestre, Cepsa, que está en plena transición hacia el mundo sostenible, fichó a cien chicos. Este 2022 ha puesto a los trabajadores jóvenes en el eje de rotación. Viajarán físicamente, o no, a la oficina. Pero será distinto. “Nosotros tenemos un modelo de trabajo híbrido que compagina la presencia y el teletrabajo e incluye, también, aspectos relacionados con el bienestar físico y emocional”, describe Rafael Fernández, director de Talento y Cultura de Cepsa. Por su parte, Ikea cubre el 95% de las vacantes de forma interna. El problema es que apenas hay, por ejemplo, ingenieros informáticos y si no ven un proyecto, un futuro, unos ingresos y un desafío, se marchan como esas nubes que pasan. La industria financiera, que transporta una alcuza, de difícil reputación, es aún más desafiante. CaixaBank ha construido un programa para que el talento joven encuentre este trébol de cuatro hojas. Se preguntan: “¿Qué debemos ofrecerles?, ¿en qué áreas están los proyectos que más les motivan?, ¿qué expectativas tienen a medio plazo?” Dialogar siempre es un acierto.
Porque los jóvenes rechazan habitaciones sin cunas, horarios interminables, sueldos escasos. Precariedad. Sin duda, prefieren abrir la ventana y contemplar la primavera deslizándose montañas arriba. Europa parece haber leído el manuscrito. Prepara la Ley de Restauración de la Naturaleza, en abril se celebró la COP de diversidad y el TNFD (grupo de trabajo sobre divulgaciones financieras relacionadas con la naturaleza) está activo. ¿Su misión? Crear un marco para que las empresas informen sobre los impactos medioambientales. Urge aprender. Introducción al manuscrito Voynich. Abran el libro por la primera página.