River Plate se corona en el Bernabéu
Los millonarios se imponen a Boca (3-1) en la prórroga de una final brava y emotiva
River Plate se coronó de forma monumental en el Santiago Bernabéu, a 10.000 kilómetros de su hogar, en la final de la Copa Libertadores que llegó a Madrid tras dos suspensiones en Buenos Aires, esta vez sin incidentes antes ni durante el choque. Gloria para los millonarios y un desgarro histórico para Boca Juniors, porque no hay consuelo en una rivalidad tan tremendista como la de estos dos clubes argentinos. River resolvió en la segunda parte de la prórroga (3-1) un partido bravo y emotivo, de pico y pala. La expulsión de Barrios en el tiempo extra y un zurdazo explosivo de Quintero decantaron para River un duelo que se recordará de generación en generación.
Boca no pudo igualar las siete Copas Libertadores que ostenta Independiente, líder en solitario. Los xeneizes no se llevan el título desde 2007 y ayer sumaron su quinta final perdida. River obtuvo su cuarta corona continental, después de las logradas en 1986, 1996 y 2015, solo tres años después de volver de su descenso a la segunda categoría del fútbol argentino. Esta Libertadores es la tercera de su entrenador, Marcelo Gallardo, una como jugador y dos como técnico. miedo paralizante, por pies dislocados o ambas cosas, el caso es que el encuentro comenzó tan bacheado como un paseo lunar. El balón brincaba de la misma manera que si lo hubieran soltado en ese campo astral. Tan silvestre era el choque que captaba la atención de los neutrales (algunos de los 62.282 espectadores) cuando las pifias eran más categóricas aún que ya las de por sí llamativas. Un muestrario de tachas: un despeje de Pínola en dirección torcida casi sorprende a su camarada Armani, meta de River. En la otra orilla, un destrozo de Magallán al cuero derivó en un córner cerrado por los millonarios con un tiro de Fernández a un anfiteatro. Palacios, en la órbita de Europa, intentaba con poco éxito deshacer cada ovillo en el que se metía cualquier rojiblanco. Boca,