Deberes para la nueva autoridad antiburbujas
El FMI lleva años reclamando a España que forme una autoridad de riesgos sistémicos, esto es: un organismo que se ocupe de vigilar los riesgos financieros para evitar la formación de desequilibrios y, en ultima instancia, burbujas. El Fondo ve un primer indicio de ligero calentamiento en el mercado de la vivienda. Eso no es una burbuja. Pero sí que es una primera señal que se debe monitorizar y por la que es necesario que se orqueste cuanto antes esa autoridad.
El anterior Gobierno del PP retrasó su constitución. Guindos era reacio a brindarle más poderes al Banco de España. Pero ahora, con Calviño al frente, Economía tiene ya completado su diseño. La idea es que en un comité se agrupe al Banco de España, la CNMV y el Ministerio de Economía, con la capacidad para emitir informes, alertas y recomendaciones. Además, el Banco de España obtendrá poderes de los que antes no disponía para frenar la concesión de crédito por sectores. Incluso podrá limitar las condiciones en que se prestan las hipotecas.
Con este informe, una década después del inicio de la crisis, el FMI presiona para que se ponga por fin en marcha esta autoridad e, incluso, le pone sus primeros deberes. En Europa solo Italia no ha creado algo en esta línea. Se trata también de una recomendación europea desde 2013.
de la vivienda la hizo en 2003, con el gobernador Jaime Caruana al frente. Sin embargo, nunca más se alertó y en ningún momento se tomaron medidas con el fuste suficiente como para corregirlo.
Dados los precedentes, poco importa que el endeudamiento aún esté disminuyendo en proporción al PIB. El Fondo defiende que es hora de empezar a prevenir y preparar herramientas con las que evitar una acumulación de desequilibrios. “Si bien las desviaciones en las valoraciones de las casas no son por ahora significativas y la situación financiera de los hogares ha mejorado desde 2012, las presiones persistentes sobre la demanda en el mercado inmobiliario podrían elevar los riesgos para la estabilidad financiera”, advierte.
En su opinión, los bancos se hallan todavía “altamente expuestos al sector inmobiliario” y, por tanto, las herramientas macroprudenciales, aquellas que permiten controlar los riesgos financieros, deberían ampliarse para embridar dicha exposición.
Es decir, los supervisores españoles deberían adquirir nuevos poderes para poder limitar la concesión de hipotecas, en función del valor de la vivienda, la renta del prestatario o los plazos del crédito. De hecho, el Gobierno de Pedro Sánchez está preparando