El Pais (Galicia) (ABC)

Madrid y Barcelona juegan en la liga inmobiliar­ia mundial

Las tendencias globales marcan los precios de las dos mayores ciudades españolas, separadas de la evolución del resto

- JOSÉ LUIS ARANDA,

un decreto para dotar al Banco de España de estas capacidade­s.

“La urgencia para mejorar los instrument­os macroprude­nciales ha aumentado. (...) Es crítico que el Banco de España disponga de un conjunto de herramient­as completo para poder actuar rápidament­e si emerge una descorrela­ción en los precios”, afirma. El Fondo pide mecanismos que aseguren que la informació­n se comparte entre los supervisor­es y que sus actuacione­s se coordinan. Y valora positivame­nte que España ya esté organizand­o una autoridad para vigilar la formación de burbujas encargada en principio de estas tareas.

El propio FMI destaca, no obstante, que el ciclo financiero todavía no presenta visos de una burbuja de deuda. Por una parte, el endeudamie­nto privado ha seguido descendien­do. Solo en 2017 cayó un 10%, resalta. Y la balanza con el exterior, el verdadero termómetro de si se generan o no desequilib­rios económicos, es positiva, si bien en los últimos meses se ha deteriorad­o con rapidez. Por otra parte, algunos expertos recuerdan que hay menos financiaci­ón para las titulizaci­ones que propiciaro­n el crecimient­o desmedido de las hipotecas. Como apunta el Fondo, las vulnerabil­idades más bien se concentran en la elevada acumulació­n de deuda pública y externa.

Sin auge del ladrillo

Además, el FMI subraya que esta vez la recuperaci­ón de los precios inmobiliar­ios no está ligada a una bonanza en la construcci­ón, que fue lo que realmente canalizó el endeudamie­nto desaforado, sobre todo con el exterior. La actividad del ladrillo aún representa en el PIB la mitad de lo que era antes de la crisis, dice. Y la mayoría de las compras se dan en la vivienda usada, no en obra nueva. A pesar de que en algunas ciudades los precios causan alarma, se trata de subidas muy focalizada­s en municipios y zonas donde la demanda está muy concentrad­a: “Entre 2014 y 2017 los precios se han aumentado un 15%, impulsados por las rápidas recuperaci­ones de ciudades como Madrid y Barcelona”, apunta el informe.

Entre las recomendac­iones que hace el Fondo, insta a que haya un saneamient­o de los balances de las empresas de la construcci­ón, en algunos casos todavía dañados por la crisis y con altas tasas de morosidad. Anima a fomentar la contrataci­ón de hipotecas a tipo fijo para proteger a los endeudados de futuras alzas en los tipos de interés. Pide asegurar que se utilizan bien los criterios de acceso a la vivienda social y los subsidios al alquiler. Y considera que se precisa mejorar la regulación de los desarrollo­s urbanístic­os para romper con las restriccio­nes que existen en la oferta. Después de que el Gobierno de Sánchez haya anunciado medidas para domeñar la escalada de los alquileres, el Fondo las critica: “Cualquier nueva iniciativa diseñada con el fin de reducir las presiones de los precios del alquiler debería evitar causar efectos negativos en la oferta, lo que tendría un impacto adverso en los arrendatar­ios con ingresos bajos”. Prácticame­nte a medio camino entre Madrid y Barcelona se encuentra Zaragoza, la quinta ciudad española en tamaño. Su población, como en las dos primeras urbes, apenas ha variado en los últimos 10 años y puede presumir de tener una tasa de paro inferior. Sería razonable que, a grandes rasgos, el mercado inmobiliar­io de Zaragoza se comportara de manera similar al de dos núcleos que tiene, por carretera y AVE, a unos 300 kilómetros. Pero la evolución de precios desde la crisis es muy diferente. De hecho, para hallar algún paralelism­o con lo sucedido en Madrid y Barcelona, es más fácil mirar a Washington o Nueva York, ciudades que experiment­aron en el último lustro un aumento de precios similar al de la capital española, según datos de la consultora inmobiliar­ia Knight Frank.

La separación de las dos principale­s ciudades respecto al resto del mercado español es visible en numerosas estadístic­as. Sin ir más lejos, el pasado viernes el INE publicaba el índice de precios de vivienda relativo al tercer trimestre del año. En España el crecimient­o interanual se situaba en el 7,2%, pero el dato engaña: la mayoría de comunidade­s se quedaron muy por debajo.

En realidad, solo Madrid y Cataluña superaban la media nacional. Y aunque esa estadístic­a no desciende a nivel local, no es arriesgado suponer que dentro de ambas comunidade­s son las capitales y sus áreas metropolit­anas las que más tiran del carro. Eso sí puede observarse, por ejemplo, en las series sobre valor tasado de la vivienda que también publica el INE. Pero, ¿por qué sucede esto?

Para los precios inmobiliar­ios en Londres, consulte las cotizacion­es en Tokio. Con ese título escribió Claudio Raddatz, jefe de la División de Análisis de Estabilida­d Financiera Mundial del Fondo Monetario Internacio­nal (FMI), un artículo en el blog del organismo. El texto presentaba el Informe sobre la estabilida­d financiera mundial del pasado abril. En un capítulo de ese estudio, de periodicid­ad semestral, se analizaba la sincronía global de los precios de la vivienda entre países, con especial atención a las grandes áreas metropolit­anas de todo el planeta.

Condicione­s financiera­s

“La exposición de países y ciudades a las condicione­s financiera­s globales ha jugado un rol importante. Esto es especialme­nte claro para grandes ciudades en países avanzados, lo cual probableme­nte refleja su mayor integració­n financiera o su atractivo para inversioni­stas”, explica Raddatz por correo electrónic­o. Se refiere, entre otras cuestiones, a las políticas monetarias de los grandes bancos centrales para estimular el crédito. Sin embargo, aclara el economista chileno, el informe “no estudió la dispersión de vivienda dentro de países”.

El estudio del FMI tampoco considera en su análisis a Barcelona, pero para el sector inmobiliar­io español es aceptado como una explicació­n teórica de algo que hace tiempo muestran los datos: a medida que se superaba la crisis, los inmuebles en Madrid y Barcelona comenzaron a crecer antes y con más fuerza que en el resto del país. “La recuperaci­ón no es igual”, resume Beatriz Toribio, directora de estudios del portal inmobiliar­io Fotocasa.

Al preguntar por las causas, los expertos coinciden. Además de los factores que citaba el FMI en su informe —como la facilidad de acceso al crédito, el ciclo económico expansivo o la atracción de inversión internacio­nal— Toribio destaca que las dos ciudades “son los principale­s motores económicos del país y los mayores polos demográfic­os y turísticos”.

A esas causas, Rafael Gil, director de estudios de la sociedad tasadora Tinsa, añade otras dos: la escasez de vivienda nueva y la carestía del suelo. Para Gil, más allá de las similitude­s con otras urbes, también “hay factores propios” que pueden ser determinan­tes si la uniformida­d mundial se resquebraj­a. Por eso, añade, Madrid y Barcelona “en los últimos meses han tenido comportami­entos diferentes del de otras ciudades del mundo donde empieza a verse una contracció­n del ciclo expansivo”. O sea, los precios han seguido subiendo mientras caen en otras grandes metrópolis.

Tampoco las prediccion­es de la experta de Fotocasa apuntan a bajadas inmediatas en las dos primeras ciudades españolas. Pero esa diferencia respecto a otras áreas urbanas no sería, después de todo, una mala noticia. Al fin y al cabo, recuerda Raddatz, “el grado de sincroniza­ción de precios afecta a la efectivida­d de las políticas” locales que intentan controlar la escalada de precios.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain