Calvo ultima un plan nacional sobre derechos humanos
España contará el año próximo con un plan de derechos humanos que guiará las políticas del Gobierno. La vicepresidenta Carmen Calvo anunció ayer un proyecto vinculante para el Ejecutivo que se centrará en cuatro ejes: protección de la infancia, igualdad de género, migraciones y transición ecológica. El plan quedará aprobado en Consejo de Ministros el próximo febrero.
Con esta iniciativa, heredera de una similar que estuvo vigente en el segundo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el Ejecutivo de Pedro Sánchez pretende impregnar sus políticas del respeto a los derechos humanos, de cuya declaración universal se cumplen ahora 70 años. “Se trata de prevenir antes de llegar a lo irremediable”, resumió la vicepresidenta durante unas jornadas sobre derechos humanos organizadas en Casa América y en las que también intervinieron la alta comisionada de la ONU en esta materia, Michelle Bachelet, y el ministro de Exteriores, Josep Borrell. El plan permitirá aplicar al derecho español “los tratados internacionales que obligan a seguir avanzando en la prevención y la protección de los derechos humanos”, añadió Calvo.
Comisión de expertos
El Consejo de Ministros ya ha respaldado la elaboración de este proyecto, que ahora entra en fase de consulta. El Ejecutivo ha querido aprovechar la conmemoración de los 70 años de la declaración universal para sacar pecho en plena pugna contra un relato independentista catalán que cuestiona el cumplimiento de algunos de esos derechos fundamentales. “Somos una democracia madura y reputada en el contexto internacional”, defendió Calvo, sin aludir a esa polémica.
En las próximas semanas, el Ejecutivo creará una comisión de expertos para terminar de trazar el plan, en el que implicarán al Parlamento y al Defensor del Pueblo. Para evitar que su acción se limite a un único Gobierno, la vigencia del plan abarcará cinco años (2019-2023). Calvo criticó que este proyecto se abandonara durante el mandato de Mariano Rajoy.
En las jornadas, Borrell destacó los avances que han experimentado los derechos humanos desde que se firmó la declaración universal, en 1948, pero alertó de la actual falta de consenso entre naciones para acordar iniciativas de este tipo. “Si la declaración la tuviéramos que aprobar hoy, no lo haríamos”, conjeturó.