Vox arranca al PP y Ciudadanos concesiones a su línea dura en Andalucía
La extrema derecha de Vox, una vez más, ha mantenido en vilo hasta el último minuto la intriga sobre la aprobación del Presupuesto de la Junta de Andalucía para 2019. Lo que se ha negociado en los despachos del Parlamento andaluz y de la Consejería
Una vez alcanzado el pacto, Vox hizo público un acuerdo de 34 puntos a desarrollar en futuros ejercicios presupuestarios. Muchos de ellos buscan aumentar la rebaja fiscal y la eliminación de entes públicos, lo que el PP llama de manera despectiva la eliminación de la Administración paralela. La extrema derecha pide más auditorías y que se racionalice el sector público andaluz. Pero además Vox arranca una serie de condiciones sobre memoria democrática y violencia “intrafamiliar”, un término que la extrema derecha contrapone al de violencia de género. Así, el programa sobre Memoria Democrática “se desarrollará estrictamente para realizar actuaciones de recuperación en fosas, investigación y localización de fosas, y banco de ADN”.
Según el consejero de la Presidencia, las partida para violencia de género se mantendrán, aunque Vox cuela “la puesta en marcha un teléfono de atención debidamente gestionado por personal cualificado para la protección de víctimas de la violencia intrafamiliar, en un sentido amplio”. Otro compromiso asumido por el Gobierno bipartito es la creación del proyecto “1492: un nuevo mundo’, para la puesta en valor de la herencia histórica que conllevó tanto el descubrimiento de América”. El acuerdo se firmará hoy. El pacto aventura una cierta estabilidad para toda la legislatura.
Vox no quiso despejar la incógnita hasta que su portavoz, Alejandro Hernández, subió a la de Hacienda en los últimos días y horas no dependía de los interlocutores que han participado, sino de la decisión que el presidente de Vox, Santiago Abascal, tomó en Madrid a 530 kilómetros de Sevilla. El primer presupuesto de un Gobierno de derechas en Andalucía en casi 37 años vio la luz.
tribuna ayer en el debate a la totalidad del proyecto de ley de Presupuestos. Entonces anunció que la retiraría. El consejero de Hacienda, Juan Bravo, hizo un repaso extenso del acuerdo firmado con Vox para la investidura sobre empleo, control de subvenciones, eliminación de la subasta de medicamentos o garantizar la libertad educativa. Dicho y hecho. Hernández volvió a la tribuna y pronunció: “Vamos a retirar la enmienda”. Un gran ¡ohhh! con retranca salió de la bancada socialista.
Cuando el consejero de Hacienda subió a la tribuna para defender las cuentas de 2019, PP y Ciudadanos hicieron ver que
todo estaba abierto, que todo podía suceder. En realidad, disimulaban. Ya entonces sabían el final de la película. El acuerdo lo cerraron horas antes en Madrid el consejero de la Presidencia de la Junta, Elías Bendondo, con la cúpula de Vox. En estas conversaciones también se habló de posibles alianzas en ayuntamientos andaluces. Paralelamente, en Sevilla el consejero de Hacienda y el portavoz del PP, José Antonio Nieto, mantenían reuniones con los diputados de Vox para buscar encaje sus demandas. Hasta que la orden no llegó de Madrid, el grupo de la extrema derecha no dio su brazo a torcer.
Durante el pleno, Bendodo hizo todos los gestos posibles hacia Vox. Se acercó a la bancada de los de Abascal para hablar con sus diputados, dando a entender que se estaba negociando hasta el último segundo. También el presidente andaluz, ausente del salón de plenos durante la intervención de otros portavoces, hizo un guiño y escuchó desde su escaño la intervención del portavoz de Vox.
La extrema derecha está dispuesta a hacer sudar tinta al Gobierno bipartito, porque tiene la llave de la estabilidad, como ya se sabía desde que Juan Manuel Moreno fue investido presidente de la Junta en enero pasado con los votos de los 26 diputados del PP, los 21 de Ciudadanos y la docena de Vox. Juntos suman 59, frente a los 33 del PSOE y los 17 de Adelante Andalucía. La mayoría absoluta es de 55.