Italia debate la creación de una moneda paralela
La propuesta de la Liga de emitir minibonos siembra la división en el Gobierno y preocupa a los economistas
materializarse, pero el debate generado, la confusión y la colisión interna con el ministro y los poderes fácticos italianos agrietan la confianza de los mercados, de los inversores y de los socios internacionales.
Esta iniciativa recuerda a los patacones emitidos en Argentina durante la crisis de 2001-2002 por el Gobierno de Buenos Aires para pagar salarios y proveedores con la promesa de cancelarlos al 107%. El ejemplo de Buenos Aires pronto cundió en el resto del país: en lo peor de la crisis, cada Administración emitía su propia moneda sin respaldo.
La polémica no podría llegar en peor momento para Italia. La UE ha dado esta semana un paso para poner en marcha el proceso de infracción al país por su elevada deuda. Y los mercados llevan semanas castigando a sus títulos, con la exigencia de intereses aún mayores que los de la deuda griega.
No solo el ministro Tria ha criticado los miniBOT. El presidente de la patronal, Vincenzo Boccia, insiste en que Italia no puede endeudarse más “salvo para realizar inversiones” que, según el jefe de los empresarios, podrían financiar infraestructuras transnacionales “de interés para Europa e Italia”. Los dos vicepresidentes y líderes de los dos partidos en el Gobierno, Matteo Salvini y Luigi Di Maio, han pedido al titular de Economía que proponga una solución alternativa, mientras repiten el mantra de que los minibonos “ayudarían a los italianos”.
Para el economista Tommaso Monacelli, de la Universidad Bocconi, los mini-BOT, en el mejor de los casos, serían completamente inservibles porque no serían capaces de resolver los problemas de deuda de la Administración Pública con las empresas privadas. Y en el peor de los casos, escondería posibles escenarios de salida del euro.
en una gran pelea. Y generarían mucha volatilidad y presión de los mercados, que lo entenderían como un primer paso hacia la salida del euro”, continúa Fels.
Los títulos servirían en principio tan solo para saldar deudas de proveedores del Estado a través de rebajas en impuestos o en bienes que suministra el Gobierno. Pero sembrarían la semilla para convertirse en una moneda paralela al euro, algo que violaría el monopolio por parte del BCE en la emisión de dinero.
“Si el Gobierno aceptara los mini-BOT para que la gente pague impuestos, lo mismo podría decirse de los negocios si los aceptaran”, asegura el catedrático de Análisis Económico Joaquín Maudos. “No hay atajos para reducir la elevada deuda pública de Italia. No hay más remedio que reducir el déficit público, lo que exige reducir gasto y o elevar impuestos. Es lo que el Gobierno italiano quiere evitar”, concluye Maudos.