Otro ataque a petroleros en el golfo de Omán eleva la tensión con Irán
Un nuevo incidente naval en aguas del golfo de Omán ha reavivado las tensiones regionales, justo cuando el primer ministro japonés, Shinzo Abe, visitaba Teherán para mediar entre Irán y Estados Unidos tras su reciente escalada verbal. Sendos ataques dañaron ayer dos petroleros y obligaron a evacuar a sus tripulaciones, según informaron las navieras y la V Flota norteamericana. Washington acusó a Irán de ser “responsable” del ataque. El lugar del suceso, a las puertas del estrecho de Ormuz, está muy próximo a donde otros cuatro buques sufrieron un sabotaje hace un mes.
las de Emiratos, entre las cuales se extiende el golfo de Omán. Se trata de una ruta marítima por la que pasa una quinta parte del petróleo mundial. “Se sospecha que ha sido alcanzado por un torpedo”, declaró Wu I-Fang, portavoz de la refinería estatal taiwanesa CPC, que había fletado el Front Altair, citado por la agencia Reuters. La web de información marítima Tradewindsnews atribuyó a torpedos los dos ataques.
La noticia provocó el alza de los precios del crudo hasta superar los 62 dólares por barril. EE UU, cuya V Flota acudió en auxilio de los barcos, señaló a Irán. “La valoración del Gobierno de EE UU es que Irán es responsable de los ataques ocurridos hoy [por ayer] en el golfo de Omán”, acusó el secretario de Estado, Mike Pompeo, en una breve comparecencia ante los medios. Esta conclusión “se basa en la inteligencia, las armas utilizadas, el nivel de experiencia necesaria para ejecutar la operación, ataques iraníes recientes al tráfico marítimo”, y el hecho de que ningún grupo que opera en la zona tendría la capacidad “de actuar con un grado tan alto de sofisticación”, según sostuvo Pompeo, citado por Reuters. Los portavoces iraníes aseguraron que su país no tiene nada que ver con el incidente y defendieron que alguien está tratando de dañar su reputación y enfrentarles con la comunidad internacional.
Anteriores sabotajes
La posibilidad de que los barcos chocaran contra alguna mina en el agua fue considerada como improbable por algunos analistas, ya que, al menos en el caso del Kokuka Courageous, el boquete se encuentra en la banda de estribor (el lado derecho del navío) y el impacto con una mina suele producirse con la proa. A diferencia de lo ocurrido ayer, los cuatro petroleros saboteados el 12 de mayo no estaban navegando, sino anclados frente a las costas de Fujaira (uno de los siete Emiratos Árabes Unidos) y fueron objeto de minas u otros artefactos, posiblemente adheridos a sus cascos.
EE UU ya acusó entonces a Irán, que en el pasado ha amenazado con cerrar Ormuz. Teherán negó cualquier implicación y una investigación presentada por Emiratos ante la ONU solo concluye que hubo un Estado detrás sin señalar a uno en particular. De nuevo ahora, los dedos apuntan a Teherán, acorralada por la creciente presión de Washington para que renegocie el acuerdo nuclear.
“El ataque [de ayer] sigue el modelo de combinar varios sistemas de armas y tácticas para dañar determinadas infraestructuras y vías de transporte desde la península Arábiga”, declaró a EL PAÍS Theodore Karasik, de Gulf State Analytics. Este analista político y de defensa subrayó que “toda la tecnología utilizada es de origen iraní”. Su duda ante tales tácticas es “si la Guardia Revolucionaria está operando por libre, o si aún sigue las órdenes del líder supremo”.