El Pais (Galicia) (ABC)

La política de dos grandes bloques solo se rompe en Castilla-La Mancha

Pactos con regionalis­tas conservado­res

- ELSA GARCÍA DE BLAS /JOSÉ MARCOS, Madrid

La política de dos grandes bloques de izquierda y derecha que parece haberse instalado tras las elecciones generales y municipale­s se agrieta en Castilla-La Mancha: el PSOE y Ciudadanos llegaron ayer a un acuerdo para gobernar juntos en tres capitales,

De las cuatro comunidade­s en las que Cs logró tener la llave en los comicios del 26 de mayo, en tres avanza ya el pacto de derechas (Madrid, Castilla y León y Murcia), así como en el Ayuntamien­to madrileño. Los castellano­manchegos son una excepción. Solo Aragón está pendiente de definir: el PSOE ha logrado allí un acuerdo con el PAR que impide que la derecha sume. Pero en CastillaLa Mancha, donde Emiliano García-Page logró mayoría absoluta, se ha producido un entendimie­nto que parecía ya improbable entre el partido de Albert Rivera y el PSOE. Los naranjas defienden que así han conseguido que los socialista­s no escoren sus políticas por pactar con Podemos, y el PSOE que ha logrado evitar la influencia de la extrema derecha. Todos contentos.

El pacto implica que PSOE y Ciudadanos gobiernen conjuntame­nte tres capitales castellano­manchegas: Albacete (173.050 habitantes), Ciudad Real (74.743 habitantes) y Guadalajar­a (84.910), así como la diputación de Guadalajar­a y una veintena de pequeños municipios. En Albacete y Ciudad Real se alternarán en la alcaldía dos años cada uno, y en la ciudad de Guadalajar­a gobernarán en coalición con alcalde socialista y teniente de alcalde de Cs.

Ciudadanos ha elegido en Castilla-La Mancha al PSOE, porque podía haber optado también por el PP. Los populares pierden así la posibilida­d de gobernar en Albacete y Guadalajar­a. El PSOE había sido la fuerza más votada y necesitaba a Ciudadanos, porque no sumaba solo con Podemos. En Ciudad Real, PP y Ciudadanos también habrían podido arrebatarl­e la ciudad al PSOE con un pacto a la andaluza (con apoyo de Vox).

El PSOE sale beneficiad­o con ese acuerdo. García-Page revalidó la presidenci­a de la Junta con mayoría absoluta, pero así se asegura el Gobierno de las siete ciudades la Diputación de Guadalajar­a y una veintena de municipios. El pacto supone la primera excepción en la estrategia de acuerdos de Cs, que está priorizand­o al PP aunque necesite a Vox, e implica que ni Vox ni Podemos entren en los Gobiernos de las principale­s institucio­nes de la comunidad.

más pobladas de Castilla-La Mancha —además de las cinco capitales de la provincia, las localidade­s de Talavera y Puertollan­o— y las cinco diputacion­es. En tres de ellas lo hará con mayoría absoluta (Toledo, Ciudad Real y Cuenca), y en Guadalajar­a con Cs.

El pacto entre PSOE y Ciudadanos no es en todo caso del todo pacífico, porque hay distintas interpreta­ciones de lo firmado. Ciudadanos sostiene que ha logrado que el PSOE apoye que hay que aplicar el artículo 155 en Cataluña de forma inmediata. Los socialista­s rechazan ese extremo.

El texto del decálogo aceptado por el PSOE dice literalmen­te: “Apoyaremos sin fisuras, por parte de las institucio­nes competente­s,

la utilizació­n de todos los instrument­os de nuestro Estado social y democrátic­o de Derecho para hacer frente al separatism­o (...) incluida la aplicación del artículo 155 en Cataluña en caso de que el Govern de la Generalita­t siga sin acatar el orden constituci­onal”. Para Ciudadanos, eso significa que los socialista­s castellano­manchegos aceptan su planteamie­nto de un 155 inmediato y se desmarcan de Pedro Sánchez. Pero fuentes socialista­s subrayaron ayer a EL PAÍS que a día de hoy “no se dan bajo ningún concepto las condicione­s” para volver a suspender la autonomía de Cataluña, y que no cuestionan la política territoria­l del Gobierno de Pedro Sánchez. “Es lo mismo que siempre El PSOE está cerca de revalidar el Gobierno de Aragón y aumentará su poder institucio­nal en La Rioja con las alcaldías de los principale­s ayuntamien­tos, entre ellos Logroño, gracias al acuerdo con dos partidos regionalis­tas conservado­res. El entendimie­nto de los socialista­s con el Partido Aragonés y el Partido Riojano ha sido posible tras el poder institucio­nal compartido en legislatur­as anteriores. Otro factor crucial que los socialista­s han explotado a su favor es el rechazo de los regionalis­tas a Vox. La ultraderec­ha defiende la recentrali­zación de competenci­as y la supresión del Estado autonómico. ha proclamado Pedro Sánchez, tanto en el Gobierno como en la oposición, que es defender la unidad de España y defenderla incluso aplicando este artículo si el Gobierno de la Generalita­t vuelve a incumplir la Carta Magna y vuelve a poner en jaque el Estado de Derecho”, afirmó su secretario de Organizaci­ón, Sergio Gutiérrez. A pesar del desencuent­ro —y la redacción algo ambigua del decálogo que permite las distintas interpreta­ciones—, ambos partidos comparecie­ron tras reunirse en las Cortes castellano­manchegas felicitánd­ose por el acuerdo.

Castilla-La Mancha es la excepción en la política de pactos decidida por la cúpula de Ciudadanos. De momento solo está abierta la posibilida­d de otro acuerdo con el PSOE en Aragón, porque Javier Lambán ha movido ficha rápido para atraerse a los regionalis­tas del PAR impidiendo el acuerdo en la derecha. En la dirección de Ciudadanos siguen apostando por el PP, y esperan que después del sábado se abra un nuevo escenario. En la cúpula creen que al PAR le ha interesado ese pacto con los socialista­s para hacerse con varios Ayuntamien­tos aragoneses, y después del sábado podría soltar amarras.

La estrategia de Albert Rivera pasa por consolidar la mutación

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