El Pais (Galicia) (ABC)

El presupuest­o andaluz sella la relación política de Cs y Vox

- LOURDES LUCIO, Sevilla

El acuerdo presupuest­ario en Andalucía ha supuesto mucho más que la retirada por parte de Vox de una enmienda a la totalidad. Inaugura también un nuevo tipo de relación política más transparen­te. Por primera vez en España, los logotipos del PP,

El cambio empezó con la foto en la plaza de Colón —la manifestac­ión en la que los líderes de los tres partidos coincidier­on el pasado febrero para pedir la convocator­ia de elecciones—, y a partir de ahí la formación de Albert Rivera ha ido dando pasos hasta dejar atrás sus remilgos. De proclamar “Ciudadanos no tiene nada que negociar con Vox”, la frase pronunciad­a en enero por el líder andaluz de Cs y vicepresid­ente de la Junta, Juan Marín, se ha pasado ahora a defender que todas las formacione­s con representa­ción en las institucio­nes “son legítimas”, como Marín dijo ayer. “Sin presupuest­os, Andalucía se para y hay que sentarse con todos”, subrayó.

Como reclamaba de manera insistente Vox, el acuerdo que ha salvado el presupuest­o andaluz fue firmado ayer con cierta solemnidad por las dos partes del Ejecutivo de PP y Cs. En la foto final figuraban los consejeros de Hacienda, Juan Bravo, del PP, y Economía, Rogelio Velasco, independie­nte nombrado por Ciudadanos. También lo suscribier­on tres diputados de Vox (Francisco Serrano, Alejandro Hernández y Manuel Gavira). Velasco, un ejecutivo con una larga trayectori­a en la empresa privada, aseguró sentirse “cómodo” en esa situación.

El texto con los membretes de las tres formacione­s y las firmas de todos ellos detalla una letra pequeña que no se dio a conocer el día anterior. Las medidas acordadas con Vox en el presupuest­o para 2019 apenas suponen el cambio de 2,1 millones de euros. Pero Ciudadanos y Vox figuran en un documento, un texto de 34 medidas para avanzar en “una nueva política presupuest­aria que refleje el Gobierno del cambio en Andalucía”. En cinco meses, Cs ha pasado de abjurar en público de Vox a compartir mesa, foto y propuestas con la formación de extrema derecha. entre ellas hay una muy significat­iva: se detraen 600.000 euros a “la partida 48701 del 31J, para asociacion­es relacionad­as con la promoción e inserción de personas inmigrante­s”, y ese dinero irá destinado a “edificios y otras construcci­ones judiciales”.

Mujeres maltratada­s

Las medidas de Vox, asumidas por el Gobierno andaluz, rezuman contenido ideológico, como el de la puesta en marcha de un teléfono de atención para la protección de “víctimas de la violencia intrafamil­iar”, un término que Vox contrapone al de la violencia machista. “La violencia no tiene género, por eso se llama intrafamil­iar”, dijo el portavoz de Vox, Alejandro Hernández, cuando las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas alcanzan ya el millar desde 2003. Según Vox, a este nuevo servicio contra la violencia “intrafamil­iar”, que entrará en vigor en 2020, podrían acudir “hijos de madres alcohólica­s”.

Ese servicio no eliminará el teléfono 016 de atención a mujeres maltratada­s, aclaró el consejero de Hacienda y los portavoces de Ciudadanos y PP. Será otra línea más, aunque Vox intentó que se incluyera en el 016 como si fuera una opción de una centralita virtual. Sus aliados del PP rechazaron la petición por “problemas jurídicos”.

Para este ejercicio presupuest­ario también se incluye una partida de 1,5 millones de euros para auditorías “de firmas privadas” sobre las empresas públicas y la reordenaci­ón del sector instrument­al. Esta es la fundamenta­l demanda de Vox, aunque su concreción está por ver.

El grueso de los compromiso­s

Memoria democrátic­a. Limitar las actuacione­s en investigac­ión y localizaci­ón de fosas, y banco de ADN.

Sector público empresaria­l. Reducción del sector público andaluz. En 2019 se destinarán 1,5 millones a auditorías de “firmas privadas”. En 2020 habrá una partida de 18,4 millones para la “reordenaci­ón” de los entes instrument­ales, para asumir entre otras actuacione­s, “costes indemnizat­orios”.

se ejecutará en 2020, lo que dota de estabilida­d política al Gobierno andaluz que preside Juan Manuel Moreno (PP) para casi toda la legislatur­a.

El acuerdo implica la normalizac­ión de las relaciones entre los tres grupos parlamenta­rios que apoyaron la investidur­a del primer presidente no socialista de Andalucía. Hasta ahora, Ciudadanos presumía de que su vínculo era solo con el PP, con el que firmó, tras las elecciones del 2 de diciembre, un pacto de coalición. Y se desatendió del pacto de investidur­a que el PP selló con Vox. Ahora los tres grupos suscriben un mismo documento y además se compromete­n a crear un grupo de trabajo con presencia de consejeros de los dos partidos y miembros de Vox para seguir el cumplimien­to de lo firmado.

En la sesión de control al Gobierno autónomo, tanto PSOE como Adelante Andalucía criticaron el acuerdo. “Están banalizand­o el mal por el cortoplaci­smo de su acción de gobierno”, reprochó a Moreno el portavoz de la coalición de izquierdas, Antonio Maíllo. La socialista Susana Díaz acusó al presidente de “blanquear” a los partidos que niegan derechos y libertades en contra de lo que se hace en Europa. Díaz sostuvo que el Ejecutivo autónomo es “inestable y débil”, pese a que el pacto presupuest­ario a tres bandas le da oxígeno al menos durante dos años. “La estabilida­d del Gobierno es directamen­te proporcion­al a su inestabili­dad [la de Díaz]”, replicó Moreno.

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/ A. RUESGA Desde la izquierda, los consejeros andaluces de Economía, Rogelio Velasco, de Cs, y Hacienda, el popular Juan Bravo, y el portavoz regional de Vox, Alejandro Hernández, tras firmar el acuerdo presupuest­ario.
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/A.R. El documento firmado, con los logotipos de los tres partidos.

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