Colau ofrece al PSC repartirse el poder en Barcelona casi a partes iguales
La alcaldesa de Barcelona en funciones, Ada Colau, ha resuelto el dilema y ha decidido que quiere gobernar con el PSC en el Ayuntamiento, la opción que le permite mantener la alcaldía. La apuesta, compartida con la dirección de los comunes, se somete hasta esta tarde a consulta de la militancia. La regidora admitió ayer que no hay tiempo antes de la investidura el sábado para negociar el reparto de carteras, pero ofreció un gobierno “paritario en función de los resultados”.
La pregunta que Barcelona en comú hace a sus 10.000 militantes es si prefieren un acuerdo de gobierno con el PSC y Colau de alcaldesa o un gobierno con ERC con Ernest Maragall de alcalde. Si el resultado de la consulta avala a Colau, servirá de garantía de pacto ante el jefe de filas de los socialistas en el Ayuntamiento, Jaume Collboni, que la semana pasada pedía un acuerdo cerrado previo a la investidura de mañana pero ayer se mostró satisfecho y consideró “muy positivo” el paso dado por la regidora en funciones. “El sábado pasado dijimos que no tenía sentido investir a una alcaldesa si no aclaraba el compromiso
con el PSC. También se lo dijimos en las conversaciones y ese tándem que pedíamos ayer dio un paso muy importante cuando Colau hizo el compromiso explícito de consultar a sus bases, un proceso que respetamos”, dijo Collboni.
Para el alcaldable socialista, la pregunta que hará Colau a la militancia “es la materialización de las conversaciones que hemos tenido”. Así las cosas, Collboni dio por sentado que cualquier concreción de cómo será ese equipo queda pospuesto para la semana que viene. En lo que sí insistió el socialista fue en remarcar que el gobierno local que se pueda conformar con los comunes trabajará para Barcelona por encima de todo, sin supeditarla a otros “conflictos”, en referencia al procès.
El 26-M, ERC y Barcelona en Comú empataron a 10 concejales, aunque los republicanos ganaron por 4.833 votos. El PSC sumó ocho ediles que, de consumarse el pacto, tendrán un peso casi paritario con los diez de BComú en el nuevo gobierno municipal.
Tras semanas esquivando preguntas incómodas, la líder de los comunes fue ayer muy clara. Aseguró que su elección entre socialistas e independentistas se explica porque solo con el PSC es posible mantener la alcaldía: “La respuesta está en tener la alcaldía. Es necesario un segundo mandato para consolidar políticas, no tiene que ver con ocupar sillas sino con la capacidad que tiene la alcaldía para marcar prioridades y poder ejecutarlas”. Los militantes que deben votar ahora son los mismos que en otoño de 2017 decidieron romper el acuerdo de gobierno que Colau mantenía con el PSC por el apoyo de los socialistas a la aplicación del artículo 155.
Colau admitió que necesitar los votos de Manuel Valls para la investidura es un plato de mal gusto, pero que lo asumen por el mismo motivo: repetir en la alcaldía. Y aseguró que estos votos, —“que son gratis y no hemos ido a buscar”, precisó— “no van a modificar ni un milímetro” sus políticas.
La decisión de los comunes de elegir a los socialistas para formar gobierno en Barcelona sentó muy mal entre el independentismo, que ve cómo el gobierno de la capital, la segunda institución catalana, se les escapa de las manos. La cuestión se coló en el pleno del Parlament, donde el president Quim Torra respaldó a su portavoz, Meritxell Budó, que el martes aseguró que el pacto entre Colau y PSC es una “operación de Estado que requiere una respuesta de país”.