Sanidad lanza una campaña para que los jóvenes usen el preservativo
Casi 30 años después del famoso eslogan de 1990 “Póntelo pónselo”, el Ministerio de Sanidad vuelve a fomentar el uso del preservativo entre los jóvenes. El “muy preocupante repunte” de las infecciones de transmisión sexual, así como un “relajo” en la utilización de los métodos anticonceptivos, según la ministra en funciones, María Luisa Carcedo, están detrás de la nueva campaña #SiemprePreservativo, que se presentó ayer. El uso del preservativo ha bajado entre los jóvenes de 15 a 18 años un 75% desde 2002, nueve puntos porcentuales. Mientras que en 2017 se registraron 23.942 casos de enfermedades de transmisión frente a los 17.098 de 2016. El Gobierno ha destinado a esta campaña 300.000 euros. No es la primera desde 1990 pero sí una de las más financiadas.
Las tasas de infección por gonorrea registraron una subida media anual del 26,3% entre 2013 y 2017, según los últimos datos de Vigilancia Epidemiológica, que recoge cada año el Instituto de Salud Carlos III. La infección por gonorrea alcanza los 78,1 casos por cada 100.000 habitantes entre jóvenes de 20 a 24 años.
Clamidia y sífilis
En el caso de la sífilis, en 2017 se dieron las cifras más elevadas desde que existen registros: 10,61 casos por 100.000 habitantes, frente a los 2,57 de 1995. La incidencia fue mayor en hombres que en mujeres y el grupo de edad más afectado es el de 25 a 34 años. En el caso de la clamidia, las tasas más altas se dan entre los de 20 a 24 años y más en mujeres.
Con vídeos, carteles y banners, la campaña comenzará el próximo lunes, coincidiendo con la llegada del verano, “cuando aumenta el número de relaciones sexuales entre los jóvenes”. La directora de Salud Pública, Calidad e Innovación, Pilar Aparicio, añadió ayer que “la baja percepción del riesgo que tienen los adolescentes y jóvenes les hace ser un grupo especialmente vulnerable a las infecciones de transmisión sexual”.
La psicóloga y sexóloga Mar Padrón coincide: “Los jóvenes piensan que ser sexualmente activo es tener relaciones coitales, y el hecho de que no las hayan tenido conlleva que no las hayan planificado cuando ocurren”, explicó. “Falta educación sexual de calidad. La que se ofrece ahora está centrada en los riesgos y no en el placer”, resaltó Padrón. Propone que estas campañas usen un lenguaje positivo, que aborde las ventajas del preservativo y no solo los riesgos.