La vida del toro, en una pancarta
CUADRI / RAFAELILLO, LÓPEZ CHAVES, CHACÓN
Toros de bien presentados, serios, con muchos kilos y cuajo; mansos en los caballos, descastados, sosos y parados en el tercio final.
pinchazo, estocada y un descabello (silencio); casi entera atravesada, tres descabellos y el toro se echa (silencio).
estocada atravesada —aviso— dos descabellos y el toro se echa (ovación); bajonazo, estocada desprendida —aviso— y dos descabellos (ovación).
casi entera (silencio); tres pinchazos, media en los bajos, dos descabellos y el toro se echa (silencio).
13 de junio. Trigesimoprimera corrida de feria. Casi tres cuartos de entrada (16.952 espectadores, según la empresa). Finalizado el paseíllo, se desplegó una gran pancarta en el tendido 7 que rezaba así: “Fernando Cuadri, gracias por todo”. Inmediatamente, la plaza entera prorrumpió en una ovación al ganadero, quien se vio obligado a levantarse de su asiento para agradecer el gesto de cariño después de toda una vida dedicada a la crianza del toro bravo. Fue esa la ovación más emotiva y más cerrada de toda la tarde. En realidad, fue la única, porque sus toros le hicieron una faena gorda a su dueño el día que se despedía de esta plaza tras la decisión de dejar la dirección de la ganadería a sus sobrinos.
La pancarta era el homenaje de la afición a un sabio del toro, un hombre honesto que ha destacado por su conocimiento, su sinceridad y su tremenda valentía a la hora de enjuiciar el momento de su hierro o el juego de