Cómo detectarlo
Identificar si echa humo en el trabajo ayudará a solucionar el problema lo antes posible. Para ello, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo identifica cuatro fases. meditar o hacer ejercicio frecuente.
Desde los sindicatos se insiste en la prevención. “Para evitar que el trabajador acabe quemándose, la empresa debe definir muy bien sus responsabilidades para que sepa lo que se espera de él. Tener una comunicación fluida y que sienta reconocida su labor. Hay que darle formación tecnológica y herramientas para cumplir objetivos en plazos razonables”, aconseja Ana García de la Torre, secretaria de salud laboral y medio ambiente de UGT.
En los objetivos es precisamente donde reside para, José Luis Romero, representante sindical de CC OO en Banco Santander, el origen de este síndrome porque a veces “son inalcanzables” y “motivan que el empleado del sector financiero cometa, debido a la presión de los resultados, ciertas irregularidades que pueden acabar en despido”. Romero destaca “buenos salarios y beneficios sociales” en este sector, que es uno de los “más vapuleados por un estrés cronificado” debido a la enorme pérdida de empleo, la imagen y la opinión pública (desahucios, preferentes…), y porque a largo plazo “genera organizaciones tóxicas por parte de los mandos intermedios, que defienden su parcela de objetivos con una brutal presión al último eslabón de la cadena”.
Una vez identificados los síntomas y el personal afectado por esta enfermedad psicosocial, las organizaciones se enfrentan al reto de activar toda una maquinaria que no es fácil ni rápida y acarrea consecuencias. Algo que nunca se había hecho porque “existe una negación absoluta por parte de las empresas de que los problemas psicológicos sean consecuencia del trabajo”, sentencia Pedro J. Linares, responsable de salud laboral de CC OO. Algo que la experta en riesgos laborales, Cristina García, justifica porque “el riesgo psicosocial es algo consustancial al trabajo, no se ve y resulta difícil evaluar”.
Así, desde CC OO se pide una mayor colaboración a las empresas para medir realmente los puestos de trabajo y que permitan aplicar los métodos validados científicamente por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo: “Es necesario que las compañías acepten sus conclusiones y no pongan trabas si hay que modificar protocolos y hábitos de trabajo, porque esta lucha es únicamente en beneficio de la salud del trabajador”.