El PP orilla en el País Vasco el fantasma de ETA que agita en el resto de España
Los populares renuncian al discurso duro contra la izquierda ‘abertzale’ para no favorecer al PNV
siete de la tarde. Jarrea en el exterior del palacete que el PP ha alquilado para el mitin. Ante unos 400 simpatizantes, hablan durante una hora el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo; el candidato a lehendakari, Javier de Andrés; el secretario general del PP de Vizcaya, Eduardo Andrade; y la secretaria general del partido en el País Vasco, Esther Martínez. Ninguno de los cuatro cita a ETA. Y apenas se detienen en criticar a EH Bildu.
La única referencia velada de Feijóo a la banda aparece al principio, después de felicitarse de que Euskadi viva hoy en “libertad”. El líder del PP recuerda que “algunos dieron la vida por la libertad” mientras “otros intentaron segar, y lo consiguieron, la vida de otros”. Esa misma tarde ha muerto el exlehendakari José Antonio Ardanza, promotor en 1988 del Pacto de Ajuria Enea contra la violencia de ETA, y De Andrés aprovecha para reivindicar que el político del PNV contribuyó a definir un “suelo ético respecto de una formación que no respetaba la vida, que no respetaba a las personas y a la libertad”. Tampoco él cita de forma explícita a EH Bildu ni a ETA. Hasta ahí las alusiones al terrorismo y las críticas a la coalición abertzale, una fuerza política que los populares demonizan en Madrid identificándola permanentemente con ETA.
La campaña del PP vasco está discurriendo sin que agiten el fantasma de ETA, algo que hacen a menudo en el Congreso. El propio Feijóo está conteniendo su discurso en Euskadi. En cambio, en su investidura fallida, en septiembre, Feijóo trató a EH Bildu como si fuera directamente ETA, cinco años después de la disolución de la banda: “¿A cuántos trabajadores se cargaron?”, espetó a la portavoz de la coalición abertzale, Mertxe Aizpurua.
De camino a Getxo, un histórico trabajador del PP vasco cuenta que sus propios hijos no saben casi nada de lo que fue ETA, a pesar de que él llevó escolta. Y que ahora, aunque el partido sufre la falta de cuadros tras décadas en las que nadie quería presentarse en
sus listas y de que aún necesitan enviar las papeletas a domicilio porque cuesta dejarse ver escogiéndola en los colegios, el partido prefiere mirar hacia adelante. “Estamos viendo a ver si la sociedad quiere pasar página”, reconoce con un punto de melancolía.
El candidato del PP a lehendakari, Javier de Andrés, cree que no es necesario que él se detenga en las críticas a EH Bildu. “Todo el mundo sabe cuál es nuestra posición: yo no voy a entenderme en ningún caso con Bildu. No tengo que dedicar mi tiempo a justificarme, a diferencia de otros como el PNV y el PSE”, argumenta. Sobre el discurso de la derecha en Madrid, con la banda terrorista y la censura a la coalición abertzale mucho más presente en el debate público, De Andrés apunta que Euskadi está en una nueva etapa. “La batalla política nacional va muy por detrás de la realidad política aquí”, reflexiona. Él, explica, prefiere hablar de la “fatiga” de la situación económica del País Vasco, y de que “los servicios públicos no están al nivel de la renta per capita que tiene la comunidad” por “la obsesión del nacionalismo por ideologizar la Administración”. “El PNV”, defiende, “ha segmentado el mercaGetxo,
do laboral y educativo y eso nos ha aislado. Lo que tenemos que hacer es abrirnos”.
Hay razones de táctica electoral en la atípica campaña del PP vasco. El fuerte ascenso de la izquierda abertzale ha activado un voto del miedo que se va en masa al PNV, que aparece como el único que puede impedir que los de Arnaldo Otegi lleguen al poder. Para el PP eso es un problema, porque se ha abierto una preocupante fuga de votos populares hacia el PNV, que están obligados a taponar. “Si el PP habla mucho de Bildu, se le van los votos al PNV”, analiza un exlíder del PP vasco. “Y si habla mucho de ETA, aumenta el voto a Vox. Así que no es pasar página, es tacticismo electoral”. Ese discurso blando del PP vasco sobre EH Bildu molesta en algunos sectores del partido. “Tampoco es bueno quedarse corto, tienes que mantener el discurso ético”, cuestiona el mismo veterano.
La dirección del PP ha rebajado sus expectativas y ahora se conforma con conservar los seis escaños en el Parlamento vasco, aunque espera sumar alguno e impedir que Vox revalide el escaño por Álava. El líder del PP ni siquiera está dedicando todos sus esfuerzos al País Vasco: reparte sus viajes con la precampaña catalana, consciente de que en Cataluña es donde puede jugarse la legislatura. Pese a ello, la campaña vasca “plana y sin tensión” inquieta a algunos en el partido, y el candidato estará acompañado en la recta final por Isabel Díaz Ayuso. Parece difícil, sin embargo, que la líder madrileña pase por Euskadi sin agitar el fantasma. “Que te vote Txapote” fue una de sus frases célebres contra Pedro Sánchez durante la pasada campaña de las generales.
La batalla política nacional va muy por detrás de la realidad política aquí” Javier de Andrés
Candidato del PP vasco a lehendakari