Cómo conseguí que mi empresa valga 1.000 millones de euros
Los ‘unicornios’ españoles tienen un alto componente tecnológico. La financiación futura de proyectos será más difícil por el alza de los tipos
Tener los pies en la tierra no impide a veces creer en cuentos de hadas. Así lo demuestran algunos episodios de la historia económica de España, que pese a tener una rica colección de refranes que destilan un crudo realismo, no ha evitado en varias ocasiones lanzarse a los brazos de euforias burbujeantes. Uno de estos dichos lo formuló Francisco de Quevedo en el siglo XVII: “Solo el necio confunde valor y precio”. Es también la frase que le viene a la cabeza al inversor Luis Martín Cabiedes cuando se le pregunta por un animal mitológico que ha recorrido el mundo, y también España, en los últimos años: el unicornio.
El nombre de este mágico caballo blanco de un solo cuerno es el que se usa para designar, en el mundo del emprendimiento tecnológico, a las empresas que consiguen una valoración de más de 1.000 millones de dólares, normalmente en los mercados privados a través de rondas de financiación, aunque también las hay que siguen sosteniendo esta valoración después de salir a Bolsa. A principios de la década pasada, cuando se acuñó el término, señalaba realmente organismos muy raros, como lo son los propios unicornios en los cuentos: se trataba fundamentalmente de empresas tecnológicas, la mayoría de Silicon Valley (California, EE UU), con un alto componente disruptivo, que estaban llamadas a cambiar aspectos importantes en el día a día de todo el mundo, y en las que los inversores estaban dispuestos a poner tanto dinero como para que su valoración superase la mítica barrera de los 1.000 millones.
Fue a finales de 2013 cuando la inversora Aileen Lee usó por primera vez en un artículo periodístico el calificativo de unicornio para designar a estos rutilantes proyectos empresariales. En ese momento, Lee cifró en 39 las compañías en el mundo que entraban en este selecto club. Diez años más tarde, hay entre 1.200 y 1.500 unicornios, según las diferentes clasificaciones disponibles. Y poco más de media docena tienen su origen en