“Mis hijos han heredado mi pasión por el baloncesto”

Susana Entero, directora general de Kellanova para España y Portugal, la nueva Kellogg’s tras la división en dos de la compañía para “potenciar la fabricación de snacks” (con Pringles a la cabeza), se considera una persona feliz, cero caprichosa y poco materialista, que es lo que intenta transmitir a sus hijos. Nacida en Madrid hace 45 años, con una trayectoria de casi 21 en Kellogg’s, ante todo se siente auténtica.

¿Qué desayuna cada día? Y no es obligatorio decir cereales. Aunque suene a que soy de Kellanova, desayuno cereales con yogur y le añado la fruta que tenga en casa, plátano, ahora fresas…

¿En Kellanova se los dan gratis? Porque con lo que han subido… Tenemos una tienda de empleados en la oficina y podemos comprar a un precio superreducido, con unos cupos al mes.

¿Cuánto tiempo libre tiene? Mi horario es flexible, como el de todos los empleados. Esa es la parte buena que tiene Kellanova. Me organizo en función de las necesidades del negocio esa semana. Procuro entrar pronto a trabajar, bueno, intento empezar pronto porque no vengo todos los días a la oficina, y también salir pronto para disfrutar de mis hijos.

¿Cuántos días va a la oficina? Más o menos tres días. Tenemos un programa de teletrabajo que recomienda 50/50 que está funcionando muy bien y fomento.

¿A qué dedica su tiempo libre? Básicamente a tres cosas: familia, amigos y baloncesto, que me apasiona desde muy pequeña.

Decía que iba a dejar su equipo de Primera División, a retirarse, ¿lo ha hecho? Sí, ahora estoy más centrada en que mis tres hijos, de 16, 14 y 9 años, jueguen y yo me dedico a andar, hacer elíptica, hacer pilates… Voy pasando la barrera de la edad y sumando aficiones diferentes. Mis hijos han heredado esa pasión que tengo por el baloncesto que ahora alimento desde la grada.

¿Con qué más cosas disfruta? Me encanta la música de todo tipo. Escucho mucha. La que haya. Me da igual. Reguetón, lo escucho. Me gusta Queen, U2… También me gusta mucho hablar, conectar con gente de otros sectores. Me gusta mucho el coaching, me certifiqué como coach en 2012 y me encanta: la escucha, la empatía, ponerte en el lugar del otro. Disfruto mucho ayudando a los demás. Cada año de forma altruista cojo a 3-5 jugadores o jugadoras de baloncesto que me llegan por contactos y que pueden ser de todas las categorías, desde niños, este año tengo uno de 14 años, hasta jugadores más profesionales. Trabajo con ellos en retos que tienen, para encontrar su camino y ayudarlos a ser mejores. Eso me llena mucho.