Estado Islámico reivindica el ataque en el que murieron tres españoles
Las pocas agencias de viajes especializadas en Afganistán ponen freno a las rutas al país asiático
El autodenominado Estado Islámico reivindicó ayer la autoría del atentado en Afganistán del viernes en el que murieron asesinados tres turistas españoles, según informó el grupo terrorista a través de un canal de Telegram y difundió el canal de noticias árabe Alarabiya News. Se trata del Estado Islámico del Gran Jorasán (ISKP), la rama local del ISIS en el país. Los turistas españoles asesinados formaban parte de un grupo de viaje organizado. Los fallecidos, según confirmó EL PAÍS a través de fuentes gubernamentales, son Susana Vilar Bühler y su hija Elena
Schröder Vilar, ambas farmacéuticas de Barcelona. El tercer turista español asesinado es Ramón Bellmás Rimbau, natural de Girona, un ingeniero que trabajó en la industria química de Tarragona y en la patronal del sector (Feique). También murieron tres afganos. Además, resultaron heridas otras ocho personas, entre ellas una española.
El atentado del viernes ha frenado los viajes a este país asiáticio. Gonzalo Sáenz de Santa María acudió ese día a la Embajada de Afganistán en España para cursar los visados para un grupo de seis viajeros que en junio planeaban visitar, entre otros, el bazar de Bimayán. Precisamente el mismo sitio donde un atentado dejó el viernes seis víctimas mortales (tres de nacionalidad española, a la que se suma una herida). Ambas partes cancelaron por mutuo acuerdo. “No es el momento, hay que ser conscientes”, señaló ayer este trabajador
de Photo Travel, una de las pocas agencias españolas que viaja al país asiático gobernado por los talibanes y donde el Ministerio de Asuntos Exteriores recomienda no viajar.
“No es que nos gusten las zonas en conflicto, ni vamos allí por morbo. Nos interesa porque es en los países de difícil acceso donde se conservan mejor las tradiciones”, explicó este guía especializado en países remotos y festivales étnicos para viajeros a los que les gusta la fotografía. Lo dijo después de que en Terrassa se celebrara, ayer, un minuto de silencio
por la muerte de Elena Schröder (31 años), que junto a sus dos hermanas regentaba una farmacia en el municipio barcelonés.
La joven viajó el miércoles al país asiático junto a su madre Susana Vilar y Ramon Bellmàs, y una ciudadana vasca, A. T., que se recupera en un hospital de Kabul tras ser herida en el atentado. “Muchas gracias a todos por vuestro ánimo. Ha sido un milagro. Ahora espero recuperarme pronto y que nos lleven a casa. Cuanto antes. Nos vemos pronto”, ha escrito en un mensaje de Whatsapp a un grupo de jubilados de BBK, según recogieron el diario Deia y EiTB.
Tras el ataque, el embajador español en Afganistán (que tiene la base en Doha por cuestiones de seguridad), Ricardo Losa, y un diplomático procedente de Pakistán se han trasladado al país para atender la crisis. Según el Gobierno, los dos españoles que salieron ilesos ya han abandonado el país.
Son unas pocas las agencias de viajes que actualmente ofrecen rutas por Afganistán, país tomado por el régimen talibán desde que las fuerzas de Estados Unidos lo abandonaran en 2021. Sáenz de Santamaría aseguró desconocer con qué agencia viajaron las víctimas del ataque del viernes, pero afirma que el embajador del país en España le aseguró que en la última semana medio cententar de españoles habían cursado el trámite para entrar a Afganistán.
Se trata de un viaje complejo de preparar, explicó, por la infraestructura necesaria. Desde un guía local de confianza hasta “un hombre armado” con el fusil bien visible “para intimidar” hasta un establecimiento seguro donde dormir. No es un destino apto para todos. A algunos les llama la atención hacer fotografías fuera del circuito tradicional, otros son coleccionistas de viajes, que quieren haber pasado por todos los países del mundo. Y Afganistán es uno de esos más difíciles de visitar. Allí una ruta de 10 días puede tener un coste de unos 3.000 euros.